Ruta de las Brujas del Alto Gállego

UN POCO DE HISTORIA

Según los estudios llevados a cabo por Ángel Gari y la documentación recogida de Manuel Gómez Valenzuela en 1432 se dan una serie de procesos judiciales que recogen las primeras acusaciones del Alto Aragón hasta el último desaforamiento del valle de Tena por delitos de brujería en 1619.

Casi dos siglos de noticias y hechos vinculados a la brujería, en los que incluso se manifiesta Don Alonso de Aragón, virrey de Aragón y arzobispo de Zaragoza en 1495.

En las montañas de Tena tiene lugar el primer desaforamiento en 1524 por el que se acometieron siete medidas legales contra delitos de brujería. Aunque las mujeres fueron las principales acusadas también hay constancia de algunos hombres involucrados. Así cabe destacar la figura de Pedro de Ysabal, natural de Biescas que acusado de mago y taumaturgo llegó a liderar una secta. Además de Pedro Arruebo, sus complices Miguel Guillén y Juan de Larrat o la familia de Domingo Marín de Ipiés.

Ángel Gari relata la historia de una bruja llamada Gracia del despoblado municipio de Cañardo en la Guarguera que en 1575 es acusada de hacer ladrar a un niño y a un capón. Además entre 1637 y 1643 se dieron las mayores posesiones demoniacas de Europa y sólo en Tramascastilla y Sandiniés afectó a 62 mujeres. Pedro de Arruebo fue declarado culpable tras ser acusado de brujería tal como relató el párroco y benedictino Blasco de Lanuza en su libro “Patrocinio de ángeles y Combate de Demonios” de 1652, reconocido como el texto más amplio sobre demonología de los siglos XVI y XVII en España. Estos escritos a inspirado la obra teatral “Las Espiritadas de Tena” de Lateja Teatro en 2012-2013 y la Feria de brujas, mitos y leyendas del valle de Tena que se celebra durante una semana en Tallent cuando llega el solsticio de verano.

Por ello, la Ruta de las Brujas del Alto Gállego recoge en su espacio natural la cultura, costumbres, tradiciones y mitos de estos lugares sagrados.

RECORRIDO

Este recorrido se ha visto alterado por el paso del tiempo y la mano del hombre como se puede observar en el transcurso desde la localidad de Sabiñánigo hasta el valle de Tena. Donde antiguamente sólo había caminos estrechos hoy encontramos urbanizaciones, las pistas de esquí de Formigal y Panticosa y las presas de Búbal y Lanuza.

Al sur de Sabiñánigo se encuentra Orna de Gállego en el valle de Galliguera, continuaremos por la cuenca del río hacia el norte. Este recorrido nos invita a descubrir la fuente de la Bruja en Orna de Gállego, Malafita y Hechiceras en Jabarella, la leyenda de las Dos Abuelas y la Silla del Moro o de la Reina en Belarra.

Cerca de Sabiñánigo comienza el valle del Basa. Cuenta la leyenda que en Yebra de Basa estuvo escondido el Grial y concentra grandes espacios sagrados y lugar de asentamientos de eremitas. En el solsticio, el 25 de junio se celebra la fiesta de Santa Orosia, por la cual se peregrina durante aproximadamente 3 horas hasta la ermita que lleva su nombre. A su paso los romeros encuentran con las ermitas de San Angusto, Coronillas, Arrodillas, San Cornelio, la Cueva con una cascada de 55 metros, la ermita de Santa Bárbara y la de la Cruz antes de culminar en la ermita de Santa Orosia.

Este lugar sagrado junto a la catedral de Jaca ha sido el destino elegido para buscar remedio y consuelo por endemoniados del norte de España y sur de Francia hasta el siglo XX.

Continuamos hasta el valle de Acumuer donde se cuenta como el barbero de Biescas convenció allí a tres montañeses del valle para ir a ver a las brujas de Tolosa. Cuando iban volando les entró miedo y dieron la vuelta en el Pirineo francés. En honor a este relato en Acumuer hay una piedra perforada llamada Bolo del Diablo.

La ruta bordea Biescas y por la N-260 llega al valle del Sía. En las proximidades de la localidad de Gavín encontramos el desvío a Espierre donde en la partida de Fornaz hay un túmulo donde dicen se ocultaba el Diablo. En Gavín se cuenta la leyenda de las Dos Abuelas que fueron acogidas por el pueblo durante la peste y en agradecimiento les dejaron en herencia la pardina de As Biellas a la que pertenecía la ermita de San Bartolomé.

En el mismo valle divisamos el Barranco del Infierno frente al pueblo de Yésero y la cueva el Forato os Diaples en la Ripera de Panticosa. En la zona de Cortillas y Basarán desde donde se pueden observar los ríos Gállego y Ara se encuentra Sarradiblo o Sierra del Diablo que se extiende hacia el monte Oturia y sería cristianizada por el zoque de San Benito de Erata a 2.000 metros de altura.

Alcanzamos Biescas que se encuentra en el cruce de caminos anterior al valle de Tena. En sus cercanías se concentran lugares que hacen alusión a las creencias y brujería como las fuentes de Lamiana (A Miana, haciendo referencia a Lamia), fuente de Mariguana (Maribuena o diosa Mari) y la cueva Traconera que recuerda la presencia del dragón como representación arcaica del diablo, ambas se ubican en la margen derecha de estrecho de Santa Elena.

La Ermita de Santa Elena representa la cristianización de este paso donde habitaba el diablo convirtiéndose así en un enclave sagrado junto a la cueva de Santa Elena, la fuente de la Gloriosa y el dolmen.

Otros lugares evocadores son la Caseta de las Brujas, el barranco de las Brujas, la Garganta del Diablo, puente del diablo, Salto del Diablo y fuente del Diablo hasta el mencionado Forato os Diaples que comunica el valle con los puertos de Biescas, Gavín y Yésero. Esta zona se cristianizo en los siglos X y XI con la ermita de San Bartolomé en Yésero y el monasterio de San Pelay que domina la zona de Biescas. Asimismo San Martín de Closura sirvió para la cristianización de la cueva Traconera.

El valle de Tena fue cristianizado a través de ermitas como la de Samper de Hoz de Jaca donde se encuentran el Huerto de las Brujas y la cueva Encantada y Santa Cruz de Pedrafita a cuyos vecinos se les apodaba Brujos. Los bosques encantados y elegidos para aquelarres eran el bosque del Belato entre Piedrafita y Tramacastilla, además de Lartosa que hoy se encuentra cubieto por las aguas del pantano de Búbal, la sima de la Mora en Tramacastilla y Formigal.