La ruta de los amarres de Pasaia

Conoce algunas de las historias de la actividad pasada del puerto a través de sus amarres.

En la actualidad, el puerto de Pasaia es una infraestructura moderna equipada con muelles e instalaciones industriales. Sin embargo, también es un puerto con un importante patrimonio histórico. Parte de este patrimonio nos cuenta muchas historias sobre la actividad del puerto: son los amarres de Pasaia.

Los puertos se vinculan a los albores de la navegación; durante milenios, los habitantes de la costa han buscado ensenadas protegidas donde guardar sus barcos, amarrándolos a menudo a las rocas o a los árboles. El primer intento de mejorar esos resguardos naturales consistió en mejorar o crear puntos de amarre para las embarcaciones.

Con el tiempo, los amarres se fueron haciendo más robustos y seguros. No fue hasta el siglo XX que se acometieron los grandes dragados y la construcción de muelles, malecones y dársenas.

CÓMO SEGUIR LA RUTA

Usando este folleto: se puede obtener gratis en la Oficina de Turismo de Pasaia o descargarlo en pdf aquí
Mediante una aplicación de realidad aumentada, usando tu smartphone Android.

La ruta recorre siete puntos repartidos entre Pasai Donibane y Pasai San Pedro. En cada punto encontrarás una placa de metal; el amarre correspondiente está muy cerca.

El contenido se mostrará enfocando la placa con tu Smartphone

No importa en qué punto comenzar la ruta; visitándolos todos, podemos descubrir rasgos interesantes que nos hubiera costado encontrar. Al final de la ruta seremos capaces de identificar e interpretar más indicios presentes en la zona.

Seguro que veremos Pasaia con otros ojos...

SJ1-CAÑÓN DE BONANTZA

A partir del siglo XVII se hizo habitual emplear viejos cañones para amarrar barcos, a modo de bolardos. El que vemos aquí está empotrado en medio de un cilindro de piedra; durante la bajamar es más visible.

Estos puntos de amarre se complementaban con boyas y anclas distribuidas por todo el puerto.

J2-CAÑON DE ERREKA Y ORIFICIOS

Aquí hay dos cañones: uno frente a nosotros, y el otro a 40 metros hacia el norte, junto al muro. También hay dos agujeros excavados en la roca al lado del cañón más próximo. Estos orificios de piedra son probablemente muy antiguos, tal vez medievales.

SJ3-ORIFICIO DE LA CANTINA

Hermoso orificio tallado en piedra, más fácil de ver que otros. Es muy probable que de muchos de ellos colgara una cuerda o una cadena gruesa hasta el agua; los marineros podrían alcanzarla desde un bote para poder amarrar su barco en ella.

SP1-CAÑON DE KALPARRA

Esos amarres pertenecían a la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas; esta empresa, fundada en 1728, tenía el monopolio de la comercialización del cacao venezolano. Por si alguien tenía la tentación de disputar los derechos de la Guipuzcoana", el escudo de Gipuzkoa fue grabado en la piedra junto al cañón. Este hecho indica la importancia que tenía este punto de amarre.

Plano de Pasaia, 1777. Un conjunto de siete barcos grandes está amarrado cerca de la bocana, probablemente listo para zarpar, y otros más pequeños en San Pedro. Es notorio el uso intensivo del amarre de Kalparra.

SP2-BLOQUES DE AMARRE DE ONDARTXO

Se encuentran dos de ellos en las inmediaciones de la cala de Ondartxo. Estos bloques están dispuestos de modo que se podrían amarrar dos vapores paralelos en sentido Noroeste-Sureste. Quizá se emplearan para amarrar los vapores que transportaban materiales para la construcción de Astilleros Askorreta, hacia la década de 1950.

SP3-AGUJEROS DE PIEDRA Y CÁNCAMOS EN KARABINERONEA

Orificios excavados en piedra, posiblemente medievales. También hay cáncamos insertados en la roca hacia el siglo XIX; en ellos se ponía un aro de hierro de unos 40 cm de diámetro, en el que amarraban los barcos. En el siglo XIX había aquí un puesto de Carabineros, funcionarios que custodiaban los puertos. De ahí procede el topónimo de Karabineronea.

SP4-CAÑÓN DE PUNTAS

Formaba parte de una compleja red de amarres, propiedad de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas; su sucesora, la Compañía de Filipinas, heredó esta red en 1785. Ambas compañías tenían sus oficinas y astilleros en Pasaia. En 1814 se registran los siguientes amarres: “22 anclas, 4 arpeos, 15 cañones y 4 argollas con astas que se encuentran a lo largo del canal y la playa y muelles de este puerto, para amarrar los barcos”.