Ruta Modernista por Melilla

Después de Barcelona, Melilla es la segunda ciudad de España con mayor número de edificios modernistas y “art decó”. Esto es gracias al arquitecto Enrique Nieto, quien acercó esta corriente estética a principios del siglo XX.

La Ruta Modernista por Melilla nos invita a realizar un recorrido por los monumentos y edificios modernistas más relevantes de la ciudad. El itinerario nos lleva por la zona conocida como el “Triángulo de Oro”, debido a los 900 edificios modernistas y de estilo art decó que hacen de esta ciudad un museo al aire libre. En el Ensanche de la ciudad (el espacio urbano fuera de las murallas de la antigua Ciudadela) que se extiende por las calles del Ejército Español y López Moreno desde la Plaza de España, y sus alrededores.

Comenzamos el paseo siguiendo las huellas del mayor representante del modernismo en Melilla, el barcelonés Enrique Nieto y Nieto. Este arquitecto que trabajó en las obras de la Casa Milà de Barcelona junto al maestro Antoni Gaudí. Nieto llegó a la ciudad en 1909, pero no fue hasta 1931 cuando consiguió el puesto de arquitecto municipal, lo que le convirtió en uno de los principales responsables de la configuración urbanística de la ciudad. A su firma se debieron más de 1.500 proyectos de construcción en toda Melilla.

De sus primeros trabajos destacan: el edificio del diario "El Telegrama del Rif" (1912), con una ventana ovalada en su chaflán muy atrevida para la época; la Cámara de Comercio (1913); la Casa Tortosa (1914) o antiguo Economato Familiar; la Casa Melul (1915) y el Edificio “La Reconquista” (1915). Todos ellos poseen característicos elementos florales en sus fachadas. También la Casa de los Cristales (1917) de carácter historicista (neoárabe).

A partir de la década de los años 20, Nieto se decanta por la mezcla de estilos dentro de una línea ornamental: del clasicismo, al barroco y el art-decó. Señalamos el edificio El Acueducto (1928) y muy especialmente, ya como arquitecto municipal, el Palacio de la Asamblea (1933-1948), sede del Ayuntamiento, con una imponente fachada enmarcada por sus dos torres árabes.

El arquitecto catalán también se hizo eco de la convivencia religiosa con la que ha vivido la ciudad realizando diseños de varios edificios destinados a las religiones cristiana, judía y musulmana. Integró así el modernismo en la Sinagoga Yamín Benarroch (1924) y la Mezquita Central (1945), y se encargó de la restauración de la neorromántica Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

Además Melilla cuenta con construcciones modernistas de otros autores como Francisco Hernanz, Enrique Álvarez, Tomás Moreno Lázaro, Manuel Becerra Fernández, Droctoveo Castañón, José Joaquín González Edo, Mauricio Jalvo Millán, Eusebio Redondo Ballester, José Antón Pacheco-García y Francisco Carcaño Mas.

Para finalizar esta ruta, no podemos dejar las obras del alojamiento del rey Alfonso XII en su visita de 1911, la Casa de las Fieras (1914) y el Casino Militar (1921) del ingeniero militar Emilio Alzugaray Goicoechea.