Monasterio de Santa María de Guadalupe
El Santuario comenzó su andadura a finales del siglo XIII, siendo inicialmente una pequeña ermita, pobre y humilde, custodiada en sus primeros años por el sacerdote Pedro García (1330), a la que sustituyó la denominada segunda iglesia a finales del siglo XIV. Alfonso XI, que gustaba cazar por estas sierras, visitó Guadalupe en el año 1335, contemplando el estado ruinoso de la primitiva ermita y comenzando las gestiones para proceder a su restauración.
Se designó al cardenal Pedro Gómez Barroso como custodio, ocupándose de tal cometido desde 1335 hasta 1341. En este tiempo se fundó en 1337 la Puebla y por orden de Alfonso XI comenzaron a construir el Monasterio (1340) solicitando y obteniendo para este lugar la creación de un priorato secular y lo declaró de su real patronato. El priorato secular, dotado con el señorío civil del prior sobre la Puebla, estuvo dirigido por cuatro priores entre los años 1341 y 1389, finalizando este con la entrega del santuario a la Orden de San Jerónimo, que se mantuvieron en este lugar cuatro siglos, hasta que la desamortización de 1835 puso fin a este periplo, pasando a ser parroquia secular de la archidiócesis de Toledo, que regentaban sacerdotes diocesano hasta la llegada de la Orden Franciscana en 1908, que es quien rige desde entonces y hasta la actualidad el Monasterio y Santuario.
Como distinciones destacables la concesión del distintivo “Real” por concesión de Alfonso XI en 1340, “Pontificio” por concesión de Pío XII en 1955, “Monumento Nacional” en 1879 y “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 1993. Además la imagen de Santa María de Guadalupe ostenta el título de “Reina de las Españas o de la Hispanidad” otorgado por Alfonso XIII en 1928 y Patrona de Extremadura” en 1907.
Tiene este enclave una historia de Fe y Cultura de más de siete siglos, manifestadas en su majestuosa biblioteca y librería y capillas musicales, en su Scriptorium o Escribanía de libros miniados o “iluminados”, en sus talleres de bordados, de orfebrería, en sus reales hospitales, farmacia y en todo sus obras artísticas.
El Monasterio de Guadalupe es y fue un monumento de notable importancia: Fue el principal Monasterio de la Orden Jerónima, es un exponente excepcional de la arquitectura por su diversidad y variedad de estilos (destacan el Templo, Claustro Mudéjar y templete, este último único en el mundo), vinculado a la historia media y moderna de España por su relación con los reyes Católicos, protagonismo de excepción con la evangelización y conquista de América, centro de cultural de primer nivel, centro de investigación y enseñanza (escuela de medicina, botica, scriptorium…), talleres de diversa índole (bordados, orfebrería, miniados), biblioteca con un fondo extenso y rico, centro de peregrinación y hospedería.
La Iglesia de Guadalupe ha sido edificada tres veces a lo largo de su historia, lo que dificulta enormemente poder detallar su origen constructivo, en cuya investigación se han centrado muchos de los estudios realizados en el Monasterio
Considerada más una ermita, la primitiva iglesia (extinguida en su totalidad) se hizo a finales del siglo XIII . La segunda de estilo mudéjar se estima fue edificada a principios del XIV (aún subsiste un ábside) y la última (la actual) fue finalizada en torno a 1403.
Se compone de tres naves, crucero y cabecera, de cruz latina y ábside poligonal. Destacan sus bóvedas de crucería. La nave central queda iluminada por los grandes ventanales góticos con bellas lacerías, con luz hacia un pasadizo situado en el grueso del muro, en cuyo lateral había un nuevo ventanal, con toda probabilidad muy semejante. Elementos muy característicos del gótico español y de las escuelas inglesa y francesa, se conjugan en este espacio, dándole una autenticidad y originalidad de excepción
El Retablo mayor del templo es una obra extraordianaria,trazado por Juan Gómez de Mora y ejecutada por Juan Bautista Montenegro, con esculturas de Giraldo de Merlo, Jorge Manuel Theotocópuli y Juan Muñoz. Los lienzos son de Vicente Carducho y Eugenio Cajés, con dorados de Gaspar Cerezo y Gonzalo Marín.
El sagrario, situado en la parte inferior del retablo, fue escritorio del rey Felipe II, realizado en madera de cedro con aplicaciones de bronce.
Otras muchas obras pictóricas y escultóricas completan este espacio singular y excepcional del templo.
Claustro mudéjar y templete
El Claustro mudéjar de Guadalupe es uno de los mejores de su estilo, construido entre 1389 y 1405. Se compone de dos plantas de forma rectangular, con unos 40 metros de lado y doble número de arcos en el cuerpo alto con respecto al bajo.
Destaca en el claustro el templete realizado con barro cocido y ladrillo aplantillado, decorado con azulejos y yeserías. Corona su arquitectura una flecha con corchetes de cerámica blanca y verde, que se prolonga en un cruz de hierro. Su autoría es de Fray Juan de Sevilla, que probablemente fuera también del propio claustro. Otro templete, más recoleto se localiza frente a la puerta que conecta la actual Hospedería con el claustro, el que existe una réplica de la fuente del lavabo oLavatorium, realizada en 1402 por Juan Francés y que en la actualidad se sitúa en la Capilla de Santa Ana. Este templete es de planta cuadrada con cuatro arcos de herradura.
En este espacio se encuentran también un buen número de sepulcros, donde destaca el realizado entre 1458 y 1460 por Egas Cueman para fray Gonzalo de Illescas, Obispo de Córdoba y Prior del Monasterio; también el del último Prior secular, Don Juan Serrano.
Claustro Gótico
Denominado también claustro de la enfermería o de la botica, actualmente utilizado dentro de las instalaciones de la Hospedería del Monasterio, es una obra mixta, de estilo mudéjar, gótico y clásico. Planta rectangular y fábrica de ladrillo, con seis arcos en los lados este y oeste, y cinco en el lado norte. Se compone de tres pisos.
Los arcos son de medio punto (piso bajo), apuntados de tracería gótica de ladrillo aplantillado y pretil calado con rosetones y nervaturas (segunda planta) y arcos escarzanos sobre pilares octogonales los de la tercera planta.
El claustro tiene un cerramiento exterior a base de mampostería, coronados en los ángulos por torreones cilíndricos rematados por chapiteles con tejas policromas de cerámica vidriada. Destacándose cuatro ventanales con motivos mudéjares y elementos decorativos de influjo islámico y gótico.
Capilla de Santa Ana.- Es la capilla que se encuentra a la entrada del templo, construida en los primeros años del siglo XV, adornada con pinturas murales gótica-flamencas de la misma época. Destaca el Sepulcro de los Velasco de estilo gótico realizada por el escultor Egas Cueman.
Desde esta capilla, en el cuerpo inferior de la torre de la portería (a la parte izquierda de la entrada) existe una fuente de bronce o lavatorio de 1402. En esta misma capilla sorprende un relieve gótico de la Anunciación tallado en alabastro y atribuido al mismo autor Egas Cueman. El retablo existente posee un retablo barroco con lienzos de Pablo de Céspedes
Nave de Santa Paula.-Es la nave que comunica la Basílica con el templo, donde destacan en su parte superior unas pinturas murales de estilo mudéjar y una inscripción latina en letras góticas. Destacan dos lienzos: “La Aparición de Nuestra Señora al Pastor Gil Cordero”, barroco de Pedro José de Uceda (1737) y “Aparición de fray Fernando Yáñez a fray Juan de Carrión”, del pintor guadalupense fray Juan de Santa María.
Real Capilla de Santa Catalina.- Construcción de mediados del siglo XV, de planta cuadrada cubierta con bóveda de crucería en la que se ubican dos retablos barrocos de Santa Catalina y Santa Paula, de Giraldo de Merlo (Siglo XVII), además de otras esculturas y una rica colección de siete lienzos, de tamaño mediano, barrocas de la escuela sevillana atribuidas a fray Juan de Santa María, pintor jerónimo del siglo XVII.
Capilla de San Gregorio.- Ocupa la parte baja de la Torre del mismo nombre y en el pasadizo que comunica el claustro mudéjar con la Capilla de Santa Catalina, después de la Capilla de Santa Cecilia. Destaca en este espacio el sepulcro del Prior Juan Serrano y el retablo en honor a San Gregorio que es un conjunto de clasicismo barroco, con dos lienzos de Pedro de Villafranca, San Gregorio Magno y Inmaculada Concepción de María.
Relicario o Capilla de San José.- Es una de las construcciones más importantes de fines del siglo XVI. Concebida para albergar las numerosas reliquias que el monasterio poseía, este espacio se compone de una planta octogonal, cubierta con cúpula iluminada con linterna y ornamentación a base de flores, ángeles e hipogrifos al temple, de estilo barroco y escuela sevillana. En cada casquete hay cuatro escenas de la vida de San José, que alternan con cuatro escudos. En las ocho ventanas, ángeles e hipogrifos, de autor desconocido.
Camarín de la Virgen
Construcción barroca, denominada por algunos como “la antesala del cielo” este espacio se configura como un espacio íntimo de estilo rococó, de planta octogonal con dos cuerpos: el camarín propiamente dicho, de planta central de líneas mixtas, con cúpula semiesférica abierta con linterna y cupulín superior; y una estancia inferior denominada “Panteón” o “Capilla de los Siete Altares” del siglo XVII.
El Camarín fue obra del maestro Francisco Rodríguez Romero, la cual finalizó en 1696.
Pinturas murales, esculturas y lienzos de una gran calidad y valor artístico se dan cita en este espacio. Destacan los lienzos de Luca Giordano, las pinturas murales de Francesco Leonardoni, las pinturas al temple de Pedro José de Uceda, la esculturas de las ocho mujeres fuertes de la Biblia, atribuidas a Marcelino Roldán.
Pabellón del capítulo y antigua librería
Se trata de dos elementos constructivos del siglo XV ubicados en ella lado suroeste del monasterio, a los pies del templo. La primer planta fue sala capitular, dedicándose actualmente a sala de congresos y seminarios. El piso superior, con bóvedas de crucería fue la antigua librería. El acceso a la sala capitular se realiza por un patio pequeño (desde donde se comienza la visita al monasterio) que se llama de la mayordomía
De la sala capitular destaca la pintura al fresco, gótica, con una excelente conservación, especialmente en la bóveda de crucería, con motivos florales y el emblema del monasterio (jarrón de azucenas).
Iglesia de la Santísima Trinidad
Actualmente llamada Auditorio o “Iglesia Nueva”, es una construcción de influencia americana, levantada por un descendiente directo de Colón, el duque de Veragua y almirante de las Indias, Don Pedro Nuño Florentín Colón, que finalizó la obra en 1736, según planos de Manuel Lara y Churriguera.
De planta rectangular, con tres naves (la central más elevada). En la intersección del crucero se alza una cúpula, mientras el resto es de medio cañón con lunetos, y los laterales de aristas.En la actualidad se usa como espacio cultural.
Museo de bordados
Se ubica en el antiguo refectorio del monasterio, frente al templete del lavatorium y ha sido recientemente reformado para mostrar al visitante la gran calidad de sus bordados, realizados en el taller del monasterio que comienza su andadura a partir del año 1415.
Museo de Bordados Capas, capillos, tocas, mantos y un buen número de objetos estrechamente con la liturgia o los oficios propios del monasterio, realizadas por artesanos en los talleres del monasterio, confeccionados con telas ricas y variadas, y con las técnicas más depuradas de la época, diversidad y estilo, además de la inclusión de metales preciosos en su realización, destacan las piezas de este museo.
Museo de libros miniados
Se sitúa en el claustro mudéjar, y alberga una de las mejores colecciones de libros miniados o iluminados realizados en el scriptorium del monasterio durante más de 300 años. La colección de miniados de Guadalupe consta de ciento siete códices, de los cuales 97 son cantorales de gran tamaño, destacándose por su calidad artística los realizados en la segunda mitad del siglo XV y primer tercio del siglo XVI.
Museo de pinturas y esculturas
Se sitúa también en uno de los laterales del claustro en lo que fue la antigua repostería del monasterio. Consta de un interesante fondo de pinturas y esculturas del monasterio, donde destacan lienzos del Greco, de Zurbarán, de Goya o Juan de Flandes, entre otros.
Sacristía
Es una de las joyas arquitectónicas y artísticas del monasterio. Construida entre 1638 y 1647, con mucha probabilidad por el arquitecto fray Alonso de San José, con planta amplia y rectangular de 17,65 metros de longitud por 7,70 metros de anchura, cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos dividida en cinco tramos por arcos fajones.
Latitud: 39.452995 | Longitud: -5.329957
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Real Monasterio de Santa María de Guadalupe
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Correo electrónico: hospederia@monasterioguadalupe.com
Web: www.monasterioguadalupe.com
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