Iglesia de Santiago el Mayor

Torre de la Iglesia de Santiago el Mayor, Puente la Reina/Gares

Desde la lejanía despunta el inmenso campanario de la Iglesia de Santiago el Mayor. Esbelto como un faro, guía a los peregrinos hasta Puente la Reina, una de las localidades más interesantes de la ruta navarra del Camino de Santiago. 

La iglesia de Santiago el Mayor, levantada en el siglo XII y reconstruida en el siglo XVI, se erige vertical como una atrevida y monumental flecha de piedra, superando en altura a todos los edificios de Puente la Reina, villa compostelana situada en la Zona Media de Navarra. La iglesia se encuentra en el centro de la estrecha rúa Mayor, por la que discurre la ruta jacobea. 

Del primitivo templo de origen románico se conservan algunos muros exteriores y dos de sus portadas, una a los pies del templo y la otra en el lado de la Epístola. La primera, escondida en una calleja transversal, corresponde a finales del siglo XII. Cuenta con un arco de medio punto abocinado, arquivoltas y columnas con capiteles adornados con motivos vegetales. 

La segunda portada resulta mucho más espectacular. Construida a comienzos del siglo XIII, destaca por sus cinco arquivoltas decoradas con esculturas muy desgastadas por el tiempo y por su arco interior lobulado de influencia morisca. 

Si se fija bien, diferenciará la parte más antigua del edificio por el color de la piedra, ya que los grises elementos románicos del primer templo se diferencian perfectamente de los sillares renacentistas, mejor conservados. 

A mediados del siglo XVI se acometió la reforma integral del edificio y, sobre la antigua iglesia, se construyó otra de planta de cruz latina, nave de dos tramos, crucero, transepto, cabecera poligonal y cuatro pequeñas capillas abiertas a la nave. Se cubre mediante bóvedas de crucería estrellada. 

Cuenta con una torre-campanario octogonal, normalmente custodiada por cigüeñas, y un atrio con verja de pilares culminados con jarrones. Ambos elementos fueron construidos entre los siglos XVI y XVIII, según un proyecto de Ventura Rodríguez, uno de los mejores arquitectos de su época. 

El interior de la iglesia resulta muy espacioso y conserva varias pinturas, esculturas y retablos. Destaca el retablo mayor dedicado a Santiago que data del siglo XVIII. Adosadas a los muros de la iglesia y una frente a otra, el templo guarda dos importantes esculturas góticas del siglo XVI: la imagen en piedra policromada de San Bartolomé en tamaño casi natural y la extraordinaria imagen en madera también policromada de Santiago Apóstol, conocido como Santiago "beltza" (negro en euskera) por su cara oscura. Esta figura que representa al apóstol peregrino destaca por su tamaño y por el tratamiento de sus ojos y barbas.

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