Humilladero de Valdenoceda

Humilladero de Valdenoceda

Los humilladeros, también conocidos como Capillas de Animas, eran construcciones que se levantaban en caminos y encrucijadas y también a las entradas o salidas de los pueblos, sobre todo a partir del Concilio de Trento (1545-1563). En su interior había imágenes de Vírgenes o cruces para que los caminantes rogaran por las ánimas de los difuntos y aportaran su limosna.

El humilladero de Valdenoceda se sitúa en un tramo de la conocida popularmente como Ruta de la Lana. Por su ubicación se situaba bien al comienzo de su tramo más duro que asciende hasta la ermita de la Hoz, o bien al descenso de la misma.

El humilladero, que sin duda se restauraría a comienzos del siglo XIX coincidiendo con la construcción de la carretera 629 y del puente del aire a cuya orilla se encuentra, presentaba un estilo neoclásico a juzgar por las fotografías antiguas que se conservan.

A mediados del siglo pasado permanecía de pie y acogía a viandantes en situaciones extremas. Desgraciadamente hoy en día no se conserva más que restos de una de sus paredes.

El grupo Proyecto Aldaba ha presentado al Ayuntamiento del Valle de Valdivielso un informe para su restauración.

Los restos del Humilladeros se encuentran en los Hocinos, Junto al Puente del Aire, en la Margen Izquierda del Río Ebro. 

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