Son Jaumell
Es una possessió que data del siglo XIV y, al igual que otras, era el centro económico del lugar donde se situaban, en este caso de Capdepera, al sureste de Mallorca. Se cree que Son Jaumell está edificado encima de una antigua alquería islámica. La cruz blanca que se ve pintada en el suelo de la quesería es un vestigio de la conquista de la isla en 1229 por Jaime I.
La historia de Son Jaumell no dista mucho de otras possessions que pueblan Mallorca. El interior de sus paredes alberga las aventuras y desventuras de los sucesivos propietarios y habitantes que dejaron su impronta en esta impresionante finca. Primero la nobleza, que llegó de la mano de Jaume I para luchar contra los musulmanes y que luego recibieron tierras y propiedades a cambio. Después el magnate Joan March i Ordinas y, en la actualidad, el grupo Excellence Resorts, que lo gestiona como un hotel de referencia en la isla.
Las diferentes estancias han mantenido sus antiguos nombres, con el ánimo de conservar la esencia del lugar. Empezando por los Senyors o propietarios, que no siempre residían en la possessió, ya que podían vivir en alguna casa señorial en los núcleos urbanos más próximos o bien preferían hospedarse en otra possessió de su propiedad. En Son Jaumell existe la Cas Majoral o ca s’Amitger, donde antiguamente residían los Amos. Si los Senyors dirigían directamente la possessió, éste era el encargado de vigilar que todo funcionase correctamente. Contrataba a los jornaleros y decidía los salarios, un estatus que le permitía comportarse como un subcacique, de hecho era habitual que tuviese una fuerte influencia sobre la política local.
Cas Missatges era el lugar donde se guarecían los payeses jornaleros que vivían en condiciones muy precarias. Eran personal “fijo” de la possessió, que se hospedaban permanentemente en la finca, siempre que se les contratase al año siguiente. Cada año debían negociar con el amo sus condiciones y eran controlados por el garriguer. La del Carboner, por su parte, era una actividad típica de montaña. Este solía buscar encinares, pero en su defecto hacía el carbón con leña de pino u olivo.
Cabe destacar lo extraño que resulta que en Son Jaumell exista una edificación destinada a los roters, los habitantes más humildes del pequeño mundo agrario que era la possessió. Normalmente estos negociaban el poder cultivar un trozo de garriga, que el roter limpiaba y cultivaba normalmente con trigo. Solían ser trozos de tierra muy poco agradecidos y solían estar alejados de las casas de possessió. Por esta razón se veían obligados a construir sus propias barracas en el bosque, ses barraques de roter, con las piedras que quitaban de en medio de la rota que iban a conrear. De estas piedras también están formados gran parte de los marges que bajan por las laderas de la montaña, un paisaje bello donde se refleja las duras condiciones de vida de estos jornaleros.
En Son Jaumell es posible hoy en día visitar la antigua capella, con un arco de dintel presidido por una claraboya, que tiñe de colores el interior y da la bienvenida. La decoración interior es prácticamente inexistente, a excepción de un retablo que, según cuenta la tradición, lo trajeron del castillo de Capdepera.
El celler, por su parte, es una edificación especializada en el envejecimiento y maduración del vino. Goza de unas condiciones ambientales muy singulares, un lugar de luz tenue, aire seco y una temperatura más bien fresca. En este sentido, la producción vitivinícola forma parte de la trilogía mediterránea y es esencia de Son Jaumell.
Latitud: 39.713245 | Longitud: 3.428378
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