Ruta por los Pueblos de la Arquitectura Negra de Guadalajara

DESCRIPCIÓN

La pizarra cubre gran parte de los suelos, montañas y barrancos de la Sierra Norte de Guadalajara. Por ello los habitantes de esta zona han utilizado este material durante siglos para construir sus casas. Muros, columnas, tejados y muretes están construidos en este material, y su color negro da al conjunto de sus pueblos un aspecto entre lo mágico y lo ancestral.

Las construcciones se agrupan en la Arquitectura Negra entre sí formando un sólido sin fisuras, ininterrumpido y compacto. De este modo, los materiales de construcción aportan la uniformidad textural que las hace tan bellas y especiales. El hermetismo de los edificios se da por la necesidad de adaptación a las duras condiciones climáticas de la Sierra, extremadamente frías en el invierno y ardientes en verano.

La madera estructural que se utiliza sobre todo en los interiores de las casas y en quicios de ventanas y puertas es de roble, chopo, pino y olmo. La única herramienta que se utilizaba para su labrado es el hacha y la gran mayoría provenía, y sigue haciéndolo de los abundantes pinares, robledales y bosques de ribera que alberga el actual Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.

En algunos municipios de la zona como Campillo de Ranas, Majaelrayo y Valverde de los Arroyos existen normas urbanísticas que protegen las construcciones de arquitectura negra, y durante los últimos años cualquier construcción nueva levantada debía cumplir con las condiciones estéticas que estas marcan. No es en vano, que en la provincia ya se están levantando las primeras voces para nombrar a esta zona y su arquitectura Patrimonio de la Humanidad.

RECORRIDO

A la Sierra Norte de Guadalajara se puede acceder desde el Norte por la carretera de Riaza, pasando el espectacular pero serpenteante puerto de la Quesera o por el Oeste, desde la sierra de Madrid, vadeando el rio Jaramilla por el conocido como paso de la muralla china, una carretera de cemento que cruza el barranco del río. Pero la mejor manera, y la más cómoda es hacerlo por el Sur, desde la ciudad de Guadalajara y por su puerta de entrada, Tamajón.

El casco urbano de Tamajón no tiene grandes bellezas, si exceptuamos su iglesia, situada casi a la salida del pueblo, pero sus alrededores esconden algunos tesoros que abrirán boca en nuestro camino hacia la Sierra. Unos km carretera adelante encontramos la ermita de la Virgen de los Enebrales, enclavada en uno de los sabinares mejor conservados de la Península. Y justo antes de encontrarla, la Ciudad Encantada de Tamajón, un conjunto de formaciones rocosas con espectaculares formas que nos recuerdan a su homónima de Cuenca, eso sí, más modesta.

En su término también se encuentra el Embalse de El Vado, un embalse de tamaño mediano, pero espectacular en su paisaje, ya que acompaña las laderas de pinos con altos barrancos de pizarra, y la ermita de El Vado enclavada en lo alto de uno de sus meandros. No está de más hacer una parada en el embalse para hacer un pequeño recorrido en piragua que nos permita disfrutar de todo su encanto acompañados de buitres y águilas.

En los alrededores del embalse de El Vado se encuentran dos joyas escondidas de la Arquitectura Negra, La Vereda y Matallana. Abandonados forzosamente en los años 70, afortunadamente no fueron destruidos y la rehabilitación de algunos entusiastas en los últimos años les ha devuelto nueva vida. La Vereda sobre todo merece una visita por estar enclavado en la ladera del barranco del arroyo Vallosera por lo que goza de unas espectaculares vistas.

En Tamajón la carretera se divide en dos para llevarnos a los municipios de Campillo de Ranas y Majaelrayo por un lado y Valverde de los Arroyos por el otro.

Si elegimos ir hacia Campillo pasaremos por los pueblos de Campillejo, El Espinar y Majaelrayo, y también podremos visitar Roblelacasa y Robleluengo. Todos ellos son espectaculares ejemplos de arquitectura Negra y sus alrededores de montañas, extensos jarales, profundos barrancos, praderas, vacas y robledales nos darán espacio para disfrutar varios días. Existe una ruta que unía tradicionalmente todos los pueblos y que actualmente es poblada por senderistas que disfrutan tanto de los pueblos como de la naturaleza de estos parajes.

Especial mención merece el Pico Ocejón, muy visitado por montañeros que paran a descansar tras la subida en alguno de los bares y restaurantes de la zona. Muy recomendable si se cuenta con la logística oportuna es subir por la ladera Sur desde Majaelrayo o Campillo de Ranas y bajar por la Norte a Valverde, flanqueando la gran Chorrera de Despeñalagua con más de 40 metros de caída de agua. Eso si alguien tiene que recogernos al otro lado.

Si hemos decidido ir hacia Valverde de los Arroyos pasaremos también por algunos espectaculares pueblos enclavados en el medio de la montaña, como el recuperado Umbralejo o Almiruete y Palancares. El final de nuestra ruta será Valverde de los Arroyos, elegido hace años uno de los pueblos más bonitos de España. Os recomendamos que lo visitéis entre semana eludiendo las masificaciones.

Por cualquiera de las dos rutas podremos llegar también a uno de los lugares más emblemáticos de la Sierra, el Hayedo de Tejera Negra. Desde Majaelrayo por pista de tierra atravesando las montañas, en una espectacular travesía, y desde Valverde por una cómoda carretera que atraviesa muy cerca del castillo de Galve de Sorbe. La puerta del Hayedo es Cantalojas, un pequeño pueblo con buenas casas de pizarra que nos permite avituallarnos para disfrutar de uno de los Hayedos más al Sur de Europa. El otoño es su época estrella por la mezcla de colores que se producen en sus laderas, rojo de las hayas, verde de los pinos y amarillo de los robles, pero este circo de montaña es visitable todo el año y en cada estación descubriremos una nueva cara.

Localización