Castillo Santuario de la Santa Cruz de Caravaca
El Santuario se construyó sobre lo que es el castillo propiamente dicho, quedando una simbiosis entre castillo y santuario que nosotros lo trataremos como una unidad aunque sean realidades distintas.
Caravaca de la Cruz tras la invasión musulmana, formó parte de la Cora de Tudmir, gozando de los privilegios de aquel territorio, mientras se mantuvo como una isla cristiana en medio del territorio ocupado por los árabes, independencia que concluyó en el reinado de Abderraman III.
El castillo situado en un alto cerro, ya debió ser ocupado en época prerromana y romana, pero quienes le dan la categoria de castillo fuerón los musulmanes, formando parte del reino taifa de Murcia.
Alfonso X el Sabio reconquista el castillo en 1243, para las armas cristianas y mediante el tratado de Alcaraz pasa a la Corona de Castilla. Alfonso X se lo entregará a Berenguer de Entenza para su defensa, para pasar posteriormente a manos de la orden militar del Temple, entre 1266 y 1310, en que la orden del Temple fué disuelta.
Entre 1310 y 1344 fué villa de realengo, pasando en esta última fecha a depender de la Orden de Santiago, mediante donación de Alfonso XI al gran maestre de la misma, Fadrique, bajo cuyo mandato estuvo hasta la desaparición temporal de las ordenes militares en el siglo XIX.
En 1488 a punto de concluir la Reconquista, visitó la villa, para adorar la reliquia de la Santisima Cruz, el rey Fernando el Católico, quien regaló a su Real Capilla una lámpara de plata que, transformada en el siglo XVIII, aun cuelga en el presbiterio del santuario de la patrona.
En 1617 se inician los trabajos de construcción del Santuario en el interior del Castillo, finalizando los trabajos en el 1703. Es precisamente en este momento cuando es derribada la antigua fortaleza musulmana. El castillo ya transformado en Santuario fué utilizado durante la Guerra de Sucesión (1700-1713) y durante la Guerra de la Independencia (1812).
Fue Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1944.
Los origenes del castillo son islámicos (siglos X y XI) y desde entonces ha sufrido numerosas modificaciones en función de las necesidades del momento. Sus murallas son del siglo XIII, aunque actualmente se hallan completamente reconstruidas.
Se ha hecho visitable parte del antiguo trazado del castillo, recientemente excavado en donde se puede ver una antigua mazmorra de la época, uno de los aljibes y el arranque de algunos torreones.
Su planta es poligonal, adaptándose a la morfología del terreno donde se encuentra ubicado y que le sirva de defensa.
Entre los restos que nos quedan del CASTILLO, encontramos el aljibe musulman, los cimientos que se encuentran bajo el santuario del castillo y una mazmorra de la época.
Los muros estan levantados en piedra. El sistema constructivo utilizado es la mamposteria, donde la piedra apenas se trabaja. Para las partes nobles, es decir para las ventanas, puertas, torres y esquinas se utiliza la piedra sillar, que dota al edificio de un aspecto más compacto.
Las murallas disponen en la actualidad de catorce torreones de distinta forma y tamaño, el más elevado de ellos es la Torre del Homenaje, llamada la Torre Chacona que se encuentra incrustada en el interior del Santuario, y que practicamente pasa desapercibida como tal. Es llamada así porque fué reconstruida en el siglo XV por don Juan Chacón.
En la parte norte de las murallas podemos apreciar con mas exactitud su estructura de origen árabe.
La entrada al recinto amurallado se realiza por una sola puerta con arco de medio punto rebajado, protegida por dos torreones cuadrados, donde se pueden ver los escudos del comendador templario Suárez de Figueroa. En una de las torres que protegen la puerta encontramos una de las escasas ventanas existentes.
La iglesia es de planta de cruz latina, de tres naves longitudinales y con tribuna corrida sobre las naves laterales y cúpula en el crucero. Estas naves abocan al centro con arcos abocinados, sobre el que se apoya el coro.
La Capilla Mayor tiene dos cuerpos: el presbiterio propiamente dicho y la Capilla de la Aparición, donde se encuentra la ventana por la que, según la tradición, los ángeles entrarón la Santisima Cruz. En los brazos del crucero hay dos retablos barrocos, uno de la Virgen de la Encarnación y otro de San Lázaro. A ambos lados del presbiterio se disponen dos salas, la de la lado de la Epistola, la sacristía vieja, en la actualidad Capilla de la Vera Cruz, y en el lado del Evangelio, cumple las funciones de sacristía.
En el SANTUARIO cabe destacar la magnifica fachada realizada en estilo barroco en el siglo XVIII (año 1722) hecha con mármoles rojos de la zona, y construida con posterioridad a la iglesia. Consta de dos cuerpos, separados los dos primeros por un entablamento cuya cornisa queda quebrada para albergar un escudo real. Es una portada con elementos de una imaginación desbordante, una exhalación de la Santa Cruz. Realza la fachada la policromía conseguida por el material empleado, mezclando jaspes de tonos rojos y grises. Adosado a la parte norte del Santuario, se halla un claustro de dos plantas, que forma parte de la denominada Casa del Capellán recientemente rehabilitada y que hoy día alberga el Museo de Arte Sacro. Este claustro está construido sobre el mismo lugar donde se encontraba el patio de armas del castillo.
En el interior de la iglesia, que guarda una estrecha relación con el estilo herreriano, se hallan un órgano y los retablos antes citados, todos de estilo barroco.
Entre las personas que intervinierón en la construcción del santuario destacan Miguel de Madariaga, José Bastida, Melchor Luzón, Alonso Ortiz y Antonio del Campo entre otros.
En el santuario podemos destacar la Capilla de la Cruz, la Capilla de la Aparición, la Capilla de los Conjuros, el Mirador de la Reina, La Torre Chacona o del homenaje y el aljibe musulman.
En el Museo de la Vera Cruz, ubicado en el recinto del alcazar-santuario, podemos encontrar colecciones de ornamentos relacionados con la cruz. Dentro de la pinacoteca destacan: "La curación de Tobias", óleo sobre lienzo del pintor caravaqueño Rafael Tegeo, uno de los mejores retratistas del siglo XIX español, de estilo neoclásico; "San Francisco en la zarza", óleo sobre lienzo del siglo XVII de la escuela de Ribera. Además destacan seis óleos sobre tabla del siglo XVI, originales de Hernando de LLanos, pintor que fuera discipulo de Leonardo da Vinci, en los que narra el milagro de la aparición.
En ornamentos destaca la casulla de Chirinos, un tiraz musulman adaptado a la forma de ornamento liturgico que se cree portaba el sacerdote Chirinos en el momento de la milagrosa aparición de la Cruz.
En orfebreria encontramos la Custodia-Ostensorio de la Cruz (de principios del siglo XVI), regalo del primer marqués de los Vélez, Pedro Fajardo. El Portacruz de los Baños, regalo de Luis Fajardo, segundo marqués de los Vélez, es otra pieza importante. Digna de mención, en la capilla de la Cruz, se encuentra la caja-estuche de plata sobredorada donada hacia 1390-1395 por el maestre de la Orden de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa.
Latitud: 38.109202 | Longitud: -1.858428
Santuario de la Santa Cruz de Caravaca
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