Ruta del Pimentón de Murcia

La delicada selección de la ñora -pequeño pimiento rojo brillante que se utiliza para su elaboración- que procede de las cálidas y secas tierras de 14 localidades murcianas, hace de este condimento rojo de sabor característico todo un clásico de la despensa. Para la elaboración del pimentón se emplea únicamente la variedad bola (Capsicum annuum L.). Durante el proceso de producción, pasa por un periodo de secado de varios días, al sol o con aire caliente, y por varias fases de un delicado molido que lo convierte en un selecto polvo rojo de olor penetrante.

La ciudad de Murcia invita a recorrer su centro histórico, donde visitar el Palacio Episcopal, del siglo XVIII, el Casino, así como el Teatro Romea, que ha sobrevivido a varios incendios. Así como su catedral, construida en el siglo XV sobre una mezquita, con una fachada de 58 m. de altura, que aúna el barroco, el gótico y el arte renacentista. Pero la ciudad que fue conquistada por Jaume I en 1266, ha crecido, y en las afueras posee un Jardín Botánico, donde se pueden contemplar varias casas huertanas mientras se disfruta de un paseo relajante.

Desde la capital, por la N-340, se llega a Alcantarilla. A la entrada se encuentra el Museo Etnológico de la Huerta, todo un símbolo de la cultura agrícola de la zona y en donde sus jardines albergan una barraca, un horno moruno y un pozo. En el interior se encuentra una gran noria que ya llevaba el agua de las acequias al acueducto romano de Los Arcos en el siglo XV. Frente al museo y junto al paraje del Agua Salá, existe una pequeña fuente a cuyas aguas se atribuyen propiedades medicinales.

POR LAS CALLES DE ALCANTARILLA Y ALHAMA

En la plaza de San Pedro se encuentra el Ayuntamiento, de estilo neorrenacentista, con una entrada coronada por cuatro arcos de medio punto. La calle Mayor bien merece alzar la vista y mirar sus casas modernistas y coloridas del siglo XX. En el casco histórico destaca el templo de San Roque del siglo XVIII y la plaza de San Francisco de Paula, con restos del convento de los Padres Mínimos, del mismo siglo. Sobre la colina de Campoamor se levanta la iglesia neobarroca de Nuestra Señora de la Asunción.

Siguiendo la ruta por la N-340 se llega a Alhama de Murcia. Esta localidad con casas señoriales, de entre las que destaca el edificio del Ayuntamiento y el Centro Cultural V Centenario, situado en la plaza de Las Américas. Ambos datan de principios del siglo XX, cuando las familias adineradas, se instalaron en el espacio de huerta de regadío que rodeaba al núcleo urbano.

El rincón más entrañable de Alhama está en la Plaza Vieja, a los pies de los restos del castillo, una torre vigía que construyeron los árabes. Casas pintadas de colores, con doseles de madera en sus balcones y ventanas enrejadas, abrazan a la Fuente del Caño, que abastecía de agua al pueblo. Además se recomienda visitar el Centro Arqueológico Los Baños, con termas árabes, situado frente a la iglesia de San Lázaro.

Por la misma carretera, a los pies de la sierra Espuña y anclada en el valle del Guadalentín, encontramos Totana. Aquí se concentra la mayor extensión de cultivo de la ñora, pequeño pimiento rojo brillante utilizado para elaborar el pimentón.

A 8 km. de Totana, rodeado de huertos y casas de campo, se encuentra el paraje de La Santa del s. XIII. Destacan en su interior las pinturas murales. Siguiendo el camino por el Vía Crucis, llegamos al mirador del Cristo, donde disfrutar de las vistas que ofrece la vegetación de estas tierras.

La ruta culmina con la visita a la capital de la comarca, Lorca, volviendo a Totana y llegando allí por la N-340. Su origen arranca en la mitología y fue ciudad romana, visigótica y musulmana. Las reformas de los Borbones, en el siglo XVIII, configuraron su modernidad. Su centro histórico ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Esta localidad con palacios y las casas de la nobleza del XVIII, los conventos y las iglesias, y la intensa vida de sus calles, es un final perfecto para este recorrido por las tierras del pimentón.