Ruta de la Fabada Asturiana

LA RUTA DE LA FABADA ASTURIANA invita al paseo por los concejos de Valdés y Navia, donde crecen las fabes, que dan el plato más universal de Asturias.

La parte occidental de la Costa Verde asturiana, formada por los concejos de Navia y Valdés, es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, brindándonos la oportunidad de conocer los distintos estilos de vida que conviven en torno a estas tierras y su mar.

Nuestra ruta comienza en A Cadavedo a la que llegamos desde Oviedo. Este tramo nos muestra un centenar de hórreos y paneras, tradicional construcción rural asturiana. La visita a la Torre de Villademoros es imprescindible, así como las vistas de los acantilados desde el mirador de la ermita de La Regalina.

El recorrido de la ruta se adentra por el interior asturiano. Para ello se toma la vía local VA-3 desde Cadavedo en dirección a Trevías. Su iglesia, la de San Miguel Arcángel, es el único edificio que se conserva de lo que fue monasterio medieval del mismo nombre.

Siguiendo por la N-634, siguiendo el curso del río Esva, alcanzamos a Brieves. Conviene detenerse para observar el conjunto arquitectónico que forman los arcos que unen las casas con los hórreos.

Desde Brieves, por la AS-221, se llega hasta la localidad de Paredes, en el valle del mismo nombre, uno de los más bellos de la zona. Además de su puente romano, San Pedro es punto de partida de las excursiones que se realizan a pie por las sendas labradas en la roca de las hoces del río Esva. Para conocer la cultura tradicional de los vaqueiros de alzada, grupos trashumantes que se trasladaban, según la época, de pastos en pastos con su familia, enseres y ganados, es necesario llegar a alguna de las brañas, como la de Aristébano, que se erige como mirador sobre el valle del Paredes. La braña era el lugar de los pastos y donde los vaqueiros erigían modestas cabañas para el ganado y los caseríos donde vivían.

Desde Aristébano, por la carretera AS-219, se llega a Luarca, la villa blanca de la Costa Verde, una población marinera con pintoréscos barrios del Carambal y la Pescadería, donde se desarrolló la industria ballenera. En Luarca visita el Aula del Mar, que recoge la mayor colección de calamares gigantes de Europa; los barrios de Barcellina y Villar, donde encontramos casas de indianos, el faro, la capilla de la Atalaya o la Mesa de Mareantes.

El paseo finaliza en la Plaza del Ayuntamiento para contemplar el estilo modernista de sus edificios. Tras el paseo repón fuerzas comiendo una fabada al estilo tradicional o si lo prefieres con centollos o almejas.

Proseguimos el camino por la N-634 hacia Navia y por aquí tomamos la salida hacia Tox, para alcanzar la villa de Puerto de Vega. Sin duda, uno de los pueblos de mayor encanto de la costa asturiana. Merecen una visita el paseo del Baluarte y el conjunto arquitectónico que forman el casino y las casonas de indianos.

Antes de llegar a Navia nos acercamos a la playa de Frejulfe, para observar la belleza que dibujan sus dunas y al estuario del río del mismo nombre, no en vano es monumento natural.

Navia es el centro comercial y administrativo de la zona. Es interesante conocer el Monumento al Emigrante, en la playa, y varios ejemplos destacados de arquitectura indiana.

Para culminar la ruta volvemos a Luarca, llegando a Polavieja y ahí tomar la AS-37. Subiendo al Alto de la Bobia, se alcanza Busmargalí, donde apreciaremos el paisaje de sus valles y sierras. Un buena panorámica digna de retrato.

Los festivales gastronómicos proliferan en torno a esta reina de las legumbres. Así se celebra en el mes de marzo la Semana Cultural de les Fabes en Villaviciosa, el Festival Gastronómico de las Fabes de San Martín, en el mes de noviembre en Moreda (Aller); las Jornadas de las Fabes en Colunga, que tienen lugar en diciembre y en las cuales se galardona a un asturiano con la memorable “Faba de oro”