Ruta de las mujeres en la historia de Pamplona

Algunas anónimas, otras desconocidas… Esta Ruta recorre lugares de Iruña que nos traen a la memoria algunas de sus mujeres. El objetivo de esta ruta es recuperar para la memoria histórica de la ciudad la presencia y las aportaciones de las mujeres.

Son cerca de 600 vidas de destacada significación, desde el curioso personaje de la obispa Sancha Ramírez hasta la funambulista Remigia Echarren, pasando por la prestamista judía Dueña Encave, la curandera Martija de Jáuregui (1570), la republicana Julia Álvarez o las educadoras nacionalistas María Viscarret, Catalina Alastuey y Julia Fernández Zabaleta, cofundadoras en 1932 de la primera ikastola de la ciudad.

Para corregir el agravio comparativo que supone la escasa presencia femenina en los hitos monumentales de Iruña, se publicó en su día un libro que incluye a modo de guía varios recorridos por Pamplona en los que la mujer es la protagonista.

Itinerarios históricos para acercarnos al medio centenar de muy elaboradas biografías femeninas que la publicación incluye. La recuperación de esa memoria histórica se remonta hasta la estela romana de piedra que marcaba la tumba de la romana Annia Buturra, que puede observarse en el Museo de Navarra. Otras mujeres destacadas son la sacerdotisa romana Sempronia Placida, una de la dos sacerdotisas de la Vasconia del momento, o la herbolera Jurdana de Irisarri, quemada en la hoguera en 1330; las aristócratas Leonor de Trastámara y Johana de Beunza. También incluye un enorme curriculum de personajes históricos como Blanca de Navarra o contemporáneas como Carmen Baroja, escritora y madre de Julio Caro Baroja; Soledad Villafranca, propagandista política y compañera de Francisco Ferrer y Guardia, o la gastrónoma Genoveva Ruiz Zabalza, Geno, fallecida en Bilbao en 1986.

Los paseos dividen la ciudad en múltiples estratos superpuestos: la Pamplona romana y sus mujeres; las protagonistas de la ciudad medieval; un recorrido por la judería; las mujeres de la catedral gótica y dos últimos recorridos por la ciudad moderna y contemporánea.

Hoy vamos a hacer uno transversal a todos ellos como muestra de esta deuda histórica con esa mitad de la población que la historia nunca trata en igualdad de condiciones.

1.- Nuestra primera parada es en la Plaza de Santa María la Real. En este lugar se instaló en 2016 una reproducción de una estela del siglo II con los primeros nombres de mujeres de la ciudad de los que se tiene constancia.

La estela fue localizada en 1895 en la calle Navarrería, pero su ubicación inicial pudo estar en la necrópolis sur de la ciudad romana, Pompaelo, situada entre las calles Merced-Tejería-Labrit.

Festa, Rustica, Stratia y Antonia son los nombres que aparecen en la estela. Cuatro ciudadanas que vivieron durante los primeros años de apogeo de la Pompelo vascorromana del siglo II.

Allí habrían paseado por sus pequeñas calles enlosadas y porticadas, asistiendo a fiestas, comprando en el pequeño mercado situadlo en lo que hoy es el Arcedianato o utilizando las termas de la Mañueta o de la plaza del Castillo durante los días y las horas reservadas para las mujeres.

Festa y Rustica pertenecerían a una familia de terratenientes, a una familia de "casas fuertes locales" que quizás fueron las primeras en adoptar formas de vida romanas a cambio de ciertos cargos en la administración local. Festa y Rustica pertenecerían a esta clase y poseían una considerable fortuna como para poder ofrecer una estela funeraria a sus familiares, entre ellos Stratia y Antonia.

La estela tiene unas medidas de 146 X 90 X 25,5 centímetros.

Su colocación en un lateral de la plaza Santa María quiere recordar la ubicación de la original en la necrópolis sur, que empezó a ser desmantelada en el siglo III para destinar la piedra a otros usos y construcciones que exigía el momento expansivo de la ciudad.

2.- 1000 años después, en el siglo XII, se asentó la comunidad judía. Y justo en esta plaza estaba la sinagoga. Y aquí aparece la figura de la artesana y prestamista Dueña Encave, que cuando enviudó, tuvo negocios incluso con el rey. La intervención de Dueña Encave fue intensa en el mundo comercial y artesanal, pero se ha destacado su etapa prestamista al ser un campo de dominio masculino, vetado a la mujer judía medieval, a excepción de algunas mujeres viudas con bienes.

3.- En la calle de la Merced, en la época de la II republicana, estuvo la Casa del Pueblo. Ahí se reunían muchas mujeres trabajadoras. Destacan dos mujeres socialistas y que han sido de gran importancia. Una de Villafranca, Julia Álvarez de Resano. Fue maestra, abogada y la primera gobernadora civil de España. Tuvo que exiliarse cuando empezó la guerra.

La otra mujer es la pamplonesa Matilde Huizi, también maestra y abogada, feminista, colaboradora y amiga íntima de Clara Campoamor. También tuvo que exiliarse en la guerra.

4.- Nuestra siguiente parada es la Casa del organista, en la Calle Dormitalería. Aquí nació otra mujer importante en Pamplona: la maestra Julia Fernández Zabaleta, una de las fundadoras de Emakume Abertzale Batza y de la primera ikastola en Iruña.

5.- Bajando por la calle Navarrería nos damos de lleno con el Palacio del Marqués de Rozalejo, más conocido como el gaztetxe Maravillas, en memoria de la niña Maravillas Lamberto, de Larraga, que fue torturada y cruelmente asesinada a los 14 años junto a su padre al inicio de la guerra civil y que es un símbolo de la memoria histórica.