Ruta por el Viejo Lugo Agrario

LA RUTA POR EL VIEJO LUGO AGRARIO transcurre por un paisaje agrario muy vivo que a través de senderos, caminos de carros, corredoiras y veredas nos muestra la tradición ganadera y agrícola tan arraigada en estas tierras.

Fíjese en los muros que cierran las heredades y que muestran al menos tres de las tipologías clásicas de los cerramientos pétreos gallegos como son el muro de chantos, el muro de cachote capeado y el muro combinado.

Entre su rica diversidad vegetal, destacamos las carballeiras o los bosques mixtos o fragas con abundantes robles además de alisos, abedules, castaños, nogales, fresnos, sauces, saucos, arraclanes, espinos albares, acebos, tojos, retamas, carrascas y brezos entre otros.

A lo largo de nuestra ruta nos acompañará el río Mera y su pequeño afluente el arroyo Mendo. La ruta que iniciamos tiene como punto de salida y llegada la parroquia de Santa Eulalia o Santalla de Bóveda situada en una de las más bellas regiones centrales de Lugo. El Santuario declarado Monumento Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural es un pequeño edificio romano contruido hacia el s. IV y se piensa que servía para el culto de las aguas. Posteriormente se ha usado como iglesia cristiana y relacionado con el heresiarca gallego Prisciliano, el primer martir interno del cristianismo. En él, destacan las pinturas murales romanas con un realismo taxonómico y un colorido espectacular.

Proseguimos el itinerario dirigiéndonos a la aldea de Cabanas, a través de un estrecho camino asfaltado que nos brinda la oportunidad de observar los tres tipos de cerramientos de terrenos. A la izquierda encontramos un terreno cercado con muchos ejemplares de árboles autóctonos entre los que destaca un fuerte y solitario eucalipto. A la derecha de este encontramos un pinar.

El camino termina junto a una casa de ladrillo en la aldea de Cabanas, a la derecha encontramos un establo de ganado y a la izquierda una casa típica casa de labranza con horreo, pajar, carballo, y un portal cubierto con lajas de cantería igual que el pajar.

Continuamos el camino disfrutando del paisaje de frutales hasta alcanzar el río Mera. Aquí divisaremos uno de sus molinos y cruzaremos el puente que nos lleva hasta el camino sin asfaltar. Este camino de tojos y brezos que se utilizaban como esquilmo en las cuadras del ganado y combustible para los hornos de pan. Seguimos el curso del río 250 m. y nos desviamos por otro camino sin asfaltar hasta San Miguel de Bacurín. A lo largo de esta subida nos acompañará un paisaje dibujado por confieras, eucaliptos y abetos dejándo a nuestro paso la silueta de Cabanas y la torre y tejados de Santa Eulália de Bóveda. Una vez alcanzada la pista asfaltada divisamos un hermoso pazo y una bella iglesia románica. Continuamos por la carretera que bordea las tierras del pazo y coincidimos con una parte del Camino Primitivo pero que en esta ocasión nos lllevará hacia Lugo no a Santiago como hacen los peregrinos.

Más arriba encontramos una preciosa plantación de abetos, tomamos la vieja corredoira que esta a la izquierda camino de la iglesia, y por aquí entre carballos, prados y cultivos de coníferas alcanzamos la aldea de Portafontao. Atravesamos esta pequeña aldea de campos cultivados y siguiendo el paisaje agrícola tomamos de nuevo hacia la izquierda una correidora sin asfaltar.

Después monte abajo con grandes lanchares de granito llegamos a la carretera que a mano izquierda nos conduce de nuevo a Santa Eulália. Volvemos a cruzar el río Mera pero esta vez nos acercamos a ver los dos molinos que hay a la derecha con su sistema hidráulico. También destaca la acequia para el riego que a pesar de ser común en las tierras de O Caurel y Os Ancares, no lo es tanto en la región central de Lugo.

Volvemos a la carretera y en el cruce nos dirigimos a la izquierda, caminando podremos observar a nuestra derecha una hermosa carballeira cultivada con un gran pajar. Nos detendremos al llegar de nuevo a Santa Eulália lugar de donde partimos esta ruta por tierras agrarias de Lugo.