Conjunto Histórico de San Felices de los Gallegos

San Felices de los Gallegos

Un poco de historia...

Es declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965. El entramado urbano de San Felices empezó a configurarse en el siglo XIII y quedó definido durante los siglos XV y XVI. El recinto fortificado de la villa es el conjunto más sobresaliente. En su extremo occidental se levanta el castillo, mandado edificar por D. Dionis a finales del siglo XIII.

Rodeando el emplazamiento del castillo se construyó una muralla o Cerca Vieja, cuyo origen se ha atribuido tradicionalmente a la época de D. Dionis, argumentándose que surgiría como muralla defensiva de la primera torre-castillo. Sin embargo, se detectan en ella restos constructivos anteriores, pertenecientes con seguridad al siglo X, lo que apunta la posibilidad de que el origen de San Felices haya que situarlo en la época de la repoblación de Ramiro II.

Tomando como hipótesis la que sitúa la configuración de la Cerca Vieja durante el siglo X, se sucederían después diferentes fases constructivas hasta conformar su aspecto definitivo: la realización de varias torres cuadradas en el siglo XII, la reconstrucción en la centuria siguiente de las dos puertas de acceso al recinto, la del Moro y la de la Torre, todavía visibles, las obras efectuadas por D. Dionis y por último, la reconstrucción del castillo a finales del siglo XV.

Durante la guerra de Sucesión, los portugueses que ocuparon San Felices hicieron varias reformas y levantaron una serie de baluartes defensivos bordeando el perfil exterior de la Cerca Vieja.

Aparte de esta última, existieron cuatro recintos de muralla que protegían la villa desde época medieval. Su trazado hipotético se puede adivinar gracias a los datos aportados por E. Cooper, por los diferentes planos históricos que se conservan, especialmente el del ingeniero Antonio de Gaver, de 1752, y por lo descubierto con las campañas de excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en los últimos años. Así, se sabe de la existencia de las puertas de las Campanas y del Puerto, de lo que se conserva la torre de las campanas y un arco apuntado, y de otras que desaparecieron a comienzos del siglo XX. A pesar de lo dicho, ante la ausencia de más datos arqueológicos e incluso de su certeza histórica, en lo relativo a la cronología, por el momento, tan sólo se puede decir que tales murallas se encuadran dentro de los siglos bajomedievales.