Castillo de Moratalla
Los musulmanes dieron forma a la espectacular fortificación, dotándola de murallas que circundaban a la población y una sólida alcazába. En ese periodo la población se dividía en tres sectores fortificados que aún se intúyen en la trama urbana: el espacio más elevado de función militar, establecido como una alcazaba; el área religiosa, con la plaza y su mezquita; y el resto de viviendas que habitaban sus pobladores.
El castillo se sitúa en el extremo septéntrional de la localidad y como es habitual en este tipo de construcciones defensivas procura adaptarse a la tipografía del cerro situado a 685 m. de altitud sobre el nivel del mar. Su perimetro tiende a dibujar en planta una figura elíptica. El lienzo amurallado aparece ribeteado por seis torres salientes. De entre todas cabe reseñar por su sintuosidad, sobria fábrica y buen estado de conservación la Torre del Homenaje o Torre Mayor. La población tambien estaba protegida por una muralla torreada y dotada de almenas.
Uno de los elementos fundamentales de la historia y del paisaje urbano de Moratalla es su castillo-fortaleza. Y lo primero que se identifica en la silueta de la Villa es el pináculo de su Torre del Homenaje, señoreando sus grises tejados, recortada y airosa sobre el fondo de montes de greda. Él fue su seguridad y su símbolo, su testimonio más señero de una época de tierra de fronteras. Su importancia hasta el siglo XVI deriva, presisamente por su situación fronteriza con el Reino de Granada.
Hacia el siglo IX se levantó la primera estructura islámica sobre restos neolíticos e ibéricos, constituyendo un punto importante dentro de la organización defensiva de al-Andalus. La Orden de Santiago lo reconstruye, destacando la Torre del Homenaje, del siglo XV, de estilo gótico militar levantino, con 22 metros de altura y 9 de lado. Sobre la puerta, la reja en la que fue colgado el cuerpo del Comendador Alfonso de Vozmediano en 1465. El patio mantiene el empedrado original, habiendo desaparecido la galería porticada.
El recinto se completa con cinco torres más, en una de las cuales se encontraba la capilla dedicada a la Magdalena. Las otras cuatro torres son: la Redonda, reconstruida por la Orden de Santiago sobre un torreón musulman; la Blanca, con estructuras de sillares en las esquinas; la llamada de los Limones o Quebrada y la de los Cuatro Vientos.
El edificio cuenta con tres plantas. En la inferior, el aljibe con pilar cruciforme central y, sobre él la Sala de Armas con la magnifica bóveda de aristas, gran clave central y tres saeteras abocinadas. A través de la llamativa escalera de caracol se llega a la Sala del Homenaje, donde resaltan las tres bóvedas paralelas de medio cañón levantadas sobre arcos ojivales, y las ventanas ajimezadas orientadas a oriente y poniente; la puerta de salida del caracol es llamativa por su dovelaje bicolor. En la pared Este de la sala arranca la escalera mural de acceso a la terraza almenada, último reducto defensivo de la fortificación.
La última reparación del Castillo-Fortaleza pudo producirse a mediados del siglo XVII ya que en el cuaderno de visita realizada a Moratalla en 1747 se indica su estado de abandono. En 1865 pasa a manos de particulares que lo utilizan para crianza de vino. Fue adquirido por el Ayuntamiento tras la Guerra Civil por 8.500 pesetas.
Latitud: 38.189035 | Longitud: -1.891279
Zona Amurallada de Moratalla
Es un producto de BERDEAGO, Asociación Europea para la Sostenibilidad
Plaza Celestino María del Arenal, Nº 3º - 4º Trasera 48015 Bilbao - Bizkaia
Teléfono [+34] 944 967 717