Ruta de los Amantes de Teruel

La ciudad de Teruel es conocida por haber sido el escenario de la leyenda de los Amantes de Teruel. Los antecedentes literarios de esta historia se remontan al Decamerón de Bocaccio del siglo XIV y ha sido contada por grandes autores de la literatura, opera y cine. Así destacamos las obras de Tirso de Molina, Andrés Rey de Artieda o Juan Pérez de Montalbán que durante el Siglo de Oro trataron esta temática. En el romanticismo, Juan Eugenio Hartzembusch la tomó como argumento para su obra más conocida y Tomás Bretón compuso la ópera de su nombre, que fue estrenada en el Teatro Real de Madrid.

En la pintura destaca el cuadro de Muñoz Degraín del siglo XIX, y en escultura la obra de Juan de Ávalos. En su recorrido por el cine, cabe destacar la película “Luna de miel” de 1958 de Michael Powell, con música de Mikis Theodorakis e interpretada por Ludmila Tcherina y el bailarín Antonio.

UN POCO DE HISTORIA

La historia se desarrolla en el Teruel del siglo XIII, cuando la ciudad era una plaza fronteriza frente a las taifas musulmanas de Levante. Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, enamorados desde jóvenes pretenden casarse, pero don Pedro, el padre de la novia se opone por motivos económicos. Ella es una rica heredera y el como segundo hijo de una familia más humilde no podía heredar. Juan Diego consigue que la familia de la novia le de un plazo de cinco años para hacer fortuna y parte a la guerra, único modo de conseguirla en aquella época.

Fue pasando el tiempo y no llegaban noticias del joven caballero, que tras muchas batallas iba acumulando la fortuna necesaria para presentarse ante la familia de su amada y lograr el consentimiento para la boda. Ni uno solo de los días que pasaban dejó don Diego de pensar en Isabel, y viceversa. Ante la falta de noticias, el padre de la novia comenzó a apañar la boda de su hija con don Pedro de Azagra,  que era rico, poderoso y hermano del Señor de Albarracín.

Una vez conseguido suficiente riqueza, Juan Diego de Marcilla se puso en camino para llegar a Teruel en la fecha que el plazo terminaba. Ese mismo día, las familias de Azagra y de Segura celebraban las nupcias de sus hijos y cuando el amante cruza con su caballo el portal de la Andaquilla tuvo noticia de la boda. Desesperado, escaló esa misma noche la casa de los recién casados  y entrando en los aposentos de la novia le pidió un beso que ella, como mujer casada, le negó. Ante el dolor que el hecho le produce, don Diego cae muerto.

Al día siguiente, mientras se celebraba el funeral, doña Isabel se acercó al cuerpo y retirando el velo que cubría su rostro le dio el beso que en vida le había negado. Al instante cayó muerta sobre el cuerpo de su amado. Cuando la ciudad tuvo noticia de los hechos, sus familias decidieron enterrarlos juntos. Desde entonces, la Historia los conocerá como los Amantes de Teruel.

En 1555 , en el transcurso de unas obras llevadas a cabo en la Iglesia de San Pedro, aparecieron los cuerpos de dos jóvenes enterrados juntos, fueron considerados por la tradición popular como los restos de los Amantes de Teruel. Pero no es hasta 1619 cuando gracias al hallazgo de un documento del siglo XIV titulado "historia de los Amantes de Teruel" se confirman tanto los hechos, como la identidad de los cuerpos hallados.

En la actualidad pueden visitarse los restos de los Amantes de Teruel en el Mausoleo. Asimismo conocerás más sobre el contexto social y cultural de esta historia, y la extensa producción artística que ha generado la misma en el espacio museístico y de interpretación anexo a la Iglesia de San Pedro.

RECORRIDO

Junto con la visita al Mausoleo, la Fundación Amantes -entidad encargada de gestionar toda esta riqueza cultural-, ofrece visitas guiadas a la Iglesia y torre mudéjar de San Pedro.

En 1902 los restos de los Amantes se trasladaron del claustro a la Capilla del Sagrado Corazón de la anexa Iglesia de San Pedro, donde destaca la cúpula de la cubierta.

En el espacio expositivo se pueden ver los relatos de otras historias trágicas de amor como es el caso de Cleopatra y Marco Antonio, Tristán e Isolda, Romeo y Julieta, Calixto y Melibea entre otros. Por último, “La Cripta” bajo el Mausoleo donde se explica cómo se encontraron los restos de los Amantes.

La visita continua por la Iglesia de San Pedro, templo mudéjar construido en el siglo XIV sobre una primitiva Iglesia románica ha sufrido numerosas reformas que a lo largo del tiempo le han conferido su aspecto actual. Destaca el retablo mayor del siglo XVI, obra renacentista de la escuela francesa de Gabriel Yoly realizada en madera de pino y donde se representa a San Pedro. De la misma escuela es el retablo de los Santos Médicos, en la capilla donde se encontraron los restos de los Amantes de Teruel. Además el visitante tendrá la oportunidad de pasear por el Ándito de la iglesia, uno de los elementos más característicos del mudéjar aragonés, que nos permite observar de cerca algunas de las vidrieras del templo.

La Torre, la más antigua de las torres mudéjares que encontramos en Teruel, data del siglo XIII y también puede ser visitada accediendo a través de las escaleras que ascienden 25 metros hasta el cuerpo de campanas donde podemos apreciar las mejores vistas de Teruel.

El Claustro de la Iglesia de San Pedro, data de la segunda mitad del siglo XIV y es el espacio en el que estuvieron los cuerpos de los Amantes. Alberga uno de los cuatro claustros con elementos mudéjares que se conservan en Aragón.

La Iglesia de San Pedro fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931, asimismo el ábside y la Torre de San Pedro están incluidos en la red de monumentos mudéjares de Aragón que fueron declarados Patrimonio Artístico de la Humanidad por la UNESCO en 1986.

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