Estas tierras poco pobladas y mal comunicadas nos brindan la oportunidad de adentrarnos en singulares y abruptos paisajes, escasamente humanizados y con unos pueblos que se conservan sin apenas alteraciones en el tiempo. Los parajes del Sistema Ibérico nos invitan a degustar una de las grandes delicias de este país, El Jamón de Teruel.
La Ruta del Jamón de Teruel arranca desde la ciudad de Teruel y discurre por la abrupta comarca de Gúdar-Javalambre uno de los territorios con mayor tradición en la elaboración de Jamón.
La ciudad de Teruel, referente en la industria jamonera y productos derivados del cerdo. Situada en la meseta que domina el valle del río Turía. Es el lugar dónde partimos, exactamente desde la plaza del Torico, dónde se alza el símbolo de la ciudad: la escultura de una pequeña res brava que lleva aquí más de 150 años y que le da nombre.
En torno al Torico se levantan, en un primer anillo monumental, casas modernistas de finales del siglo XIX y principios del XX. Un segundo cinturón arquitectónico está compuesto por las cuatro torres mudéjares que los musulmanes sometidos a los cristianos legaron a Teruel en los siglos XIII y XIV: la de San Pedro, San Martín, el Salvador y la de la catedral de Santa María de Mediavilla. Todas ellas perfectos ejemplos de las mejores combinaciones del ladrillo y la cerámica. Junto a la torre de San Pedro se encuentra otro hito urbano: el Mausoleo de los Amantes de Teruel, donde se encuentran los sarcófagos de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, esculpidos por Juan de Avalos en el siglo XVI.
Un tercer círculo está integrado por las diversas construcciones de origen medieval que, bajo la forma de portales, torreones, plazas e iglesias, ciñen los límites del casco viejo turolense antes de llegar al acueducto de los Arcos. Además, en este área urbana se integran el remodelado paseo del Óvalo, la Escalinata neomudéjar o los dos viaductos, uno antiguo y otro moderno, que comunican el centro con el Ensanche.
También merece la pena pasearse por Dinópolis, el parque cultural sobre los dinosaurios que muestra de manera lúdica y didáctica el origen, la evolución y la enigmática desaparición de estos animales prehistóricos.
Si la visita se hace en septiembre, no podemos perdernos la Fiesta del Jamón y la Feria del Jamón de Teruel y de alimentos de calidad, una oportunidad inmejorable para degustar tan rico manjár.
Dejamos atrás Teruel, dirección Valencia, por la A-23 o la N-234. Esta segunda opción nos permitirá parar a descansar en el paraje natural de Fuente Cerrada, que dispone de un área recreativa con piscinas y zona de picnic. Ambas carreteras recorren el altiplano turolense, a altitudes que rozan o rebasan los mil metros, atravesando bosques de pinos, enebros, sabinas y encinas. Es en este paisaje duro y frío, flanqueado por las sierras de Gúdar y Javalambre, donde se elabora el jamón de Teruel.
El primer alto puede hacerse en La Puebla de Valverde, núcleo rural amurallado con casonas solariegas, una animada calle Mayor y las puertas de la antigua muralla son buenos ejemplos del patrimonio de la zona.
Cerca se encuentra un yacimiento Arqueológico de Los Castillejos, con restos iberos y romanos, es uno de los muchos que se encuentran en la provincia de Teruel. En esta población se toma el desvío hacia Mora de Rubielos, por la A-232. La carretera atraviesa Valbona, con el embalse del mismo nombre y su afamada fuente del Conejo.
En la siguiente parada surge la sorpresa: la fortaleza de los Fernández Heredia y la colegiata gótica de Santa María, que dominan el pueblo de Mora de Rubielos. Localidad en la que la industria relacionada con el sector porcino está muy presente.
A 14 km. cambiando el orden del topónimo llegamos a Rubielos de Mora, el pueblo aragonés con mayor número de casas señoriales, reflejo de la riqueza que le proporcionó la fabricación de paños. Esta villa de artesanos y piedras nobles se levanta en las proximidades de las estaciones de esquí de Valdelinares y Javalambre. Dos centros invernales del sur de Aragón desde donde se otea ya el Mediterráneo levantino.
Desde Mora de Rubielos proponemos otro itinerario atravesando la sierra de Gúdar en dirección a Cedrillas, otro de los tradicionales centros jamoneros de la zona. Desde aquí podemos ir de excursión al nacimiento del río Mijares, situado en medio de un paraje de pinares. El pueblo cuenta con un castillo ubicado en lo alto de un cerro rocoso que llego a albergar a Jaime I durante su campaña de conquista de tierras castelloleonesas. Además de su iglesia gótica- renacentista con su esbelta torre mudéjar y el edificio del Ayuntamiento del s. XVI.
Circulando en dirección a Teruel por la A 226 pasamos por las localidades de Monteagudo del Castillo, Allepuz, Villaroba de los Pinares y Fortanete una vez superado el puerto de Villarroya, sus casas solariegas y su puente medieval nos dan la bienvenida a la comarca de Maestrazgo.
Esta ruta finaliza en Cantavieja, Mirambel y Villafranca del Cid pueblos jamoneros y bellos ejemplos de pueblos de Maestrazgo de edificios góticos y renacentistas, plazas soportaladas, y vistosas fachadas. Aquí se puede acompañar el buen jamón de el famoso queso de Tronchón que incluso se menciona en El Quijote.
Latitud: 40.342521 | Longitud: -1.108439
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