Ruta de la Costa de Noja

La RUTA DE LA COSTA DE NOJA une las playas de Ris (Bandera Azul) y de Trengandín (‘Q’ de Calidad Turística). Este itinerario ha sido galardonado con el distintivo ‘Sendero Azul’ que concede la Fundación Europea de Educación Ambiental, FEE. El certificado ha sido posible gracias a la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Noja, y el Plan de Competitividad Turística de la Villa que han trabajado juntos por acondicionar y conservar el paseo.

La ruta se desarrolla por un espectacular camino de dos kilómetros de recorrido que a través de ocho paneles informativos permite divulgar el patrimonio natural, histórico y arquitectónico nojeño de forma fácil y didáctica.

Destacan los hábitats existentes a su paso como las dunas colgadas sobre los acantilados, los brezales y encinares, calas, ensenadas e islotes. Dado que todo el recorrido se encuentra inmerso en el Espacio Natural Protegido (ENP) del Parque de las Marismas de Victoria, Santoña y Joyel donde existen especies protegidas.

A su paso encontraremos un amplio inventario de la flora y fauna, debido a la recuperación progresiva de la vegetación autóctona con la sustitución de especies invasoras por otras propias del bosque atlántico tales como la encina, el laurel, el madroño y especies arbustivas para la alimentación de la fauna que aquí habita.

Asimismo encontraremos las dunas colgadas, uno de los mejores ejemplos de dunas sobre acantilado que existen en Cantabria, consecuencia de la acción del viento sobre los acantilados. Otra joya natural propia de esta costa es la rasa costera fósil, que da cobertura al sistema marismeño de la ría de Quejo. Su matriz rocosa está ocupada por conchas fosilizadas de moluscos y otros organismos. La actividad marina limpia sus rocas por lo que podemos observar perfectamente los bordes del acantilado.

A través de la ruta podremos ver varias playas, calas e islotes que dibujan la costa nojeña y que aportan esa singularidad paisajística de la zona. Desde la Punta de la Mesa, los espacios arenosos van ganando superficie hasta llegar a la misma playa de Trengandín.

Además se pueden observar decenas de algas marinas que se aglutinan en los roquedos de más intensa radiación solar. Por otra parte, pequeñas rocas e islotes próximos a tierra firme como Peña Pombera, sirven de posadero y lugar de nidificación a pequeñas colonias de aves como las gaviotas o los cormoranes.

También encontramos valores culturales, históricos, etnográficos y artísticos como son la Ermita de “San Pedruco” del siglo XVI y situada sobre un islote. Cuenta la historia que el santo era procesionado hasta la parroquia cada primero de agosto con rogativas para que la climatología fuera favorable a los intereses de la comunidad. La primera parte de su traslado se hacía por medio de embarcaciones y esta costumbre dejó de practicarse desde que en la última celebración, un temporal repentino provocó la zozobra de las embarcaciones y un ahogamiento múltiple de los devotos acompañantes.

Otros dos atractivos arquitectónicos del recorrido son la antigua casa de baños y el vivero de marisco. Este último, se desarrolló a lo largo del siglo XX y estaba dedicado a la cría de crustáceos como la langosta europea, el bogavante, la nécora, el centollo o la masera. Todas ellas especies propias del hábitat del medio marino salvaje, que en este entorno pueden verse en las cavidades y roquedos del fondo marino próximos a los acantilados, en donde la batiente es intensa y el alimento abundante.

Por último, hallaremos un hito de interés histórico como es el búnker de artillería perteneciente a la Guerra Civil española. Construida durante la primera etapa del franquismo, formaba parte de un plan de defensa costera ante un posible desembarco aliado durante la Segunda Guerra Mundial.

En cuanto a la riqueza paisajística y natural del recorrido, cabe destacar los popularmente llamados “pinares de Noja”. La introducción de los pinos a mediados del siglo XX favoreció el desarrollo del encinar que unido a las características del suelo nojeño le proporciona unas condiciones ecológicas muy favorables para su desarrollo. Especies de hoja caduca como el rusco o la jarilla se entremezclan con caducifolias como el roble carballo. Se plantaron para estabilizar el sustrato arenoso y evitar así que las arenas alcanzasen los campos de cultivos próximos y el casco urbano.

Las vistas del recorrido son espectaculares pudiendo verse el perfil litoral, con sus calas, ensenadas y pequeñas playas, una amplia panorámica de la extensa playa de Trengandín, muy frecuentada en la época estival para la práctica de diversas actividades lúdicas, la mayoría, relacionadas con el mar.

RECOMENDACIONES

A través de códigos QR podemos obtener mayor información, así como disponer de los paneles explicativos en la aplicación para móviles y tabletas de la app Noja Escapada y la web turística del Plan.

Localización