Rutas de Buceo por Ibiza

Ruta Buceo Don Pedro

El Don Pedro era un buque tipo Ro-Ro que, tras colisionar en el verano de 2007 contra el islote del Dado pequeño, cerca del puerto de Ibiza, se hundió en un fondo que alcanza una profundidad máxima de -45 metros y, desde entonces, es el mayor pecio buceable de Europa con los estándares del buceo deportivo-recreativo.

Este pecio, más allá de la fatalidad de todo accidente, ha devenido todo un ecosistema para la vida submarina que ha colonizado los infinitos recovecos y espacios que ofrece esta inmensa mole de más de 140 metros de eslora y casi 20 metros de manga.

El Don Pedro descansa escorado sobre el costado de babor, con la proa a unos 105o, y su parte menos profunda está a -24 metros por lo que su visita requiere buen nivel y preparación del buceador. La considerable longitud del barco y su elevada profundidad media obligan a realizar más de una inmersión para recorrerlo en su totalidad, al menos una para bucear la proa y otra para reconocer la popa.

Como el barco llevaba su carga de vehículos y mercancía, tras el hundimiento se procedió al sellado de los accesos al interior a fin de evitar la tentación de que los buceadores se adentrasen y, por lo tanto, el recorrido del Don Pedro es enteramente exterior.

Nos amarramos a una de las boyas sumergidas a poco más de -11 metros y, desde aquí, descendemos por el cabo hasta el costado de estribor para dirigirnos a la zona más profunda a fin de reconocer la hélice, a -36 metros, la rampa de carga y el castillo de popa (si optamos por la parte de popa), o bien, el ancla, la hélice y el bulbo (si optamos por la proa).

En ambos casos, debemos seguir rigurosamente el plan de inmersión y contar con botellas de aire de respeto a -5 metros.

Ruta las Gorgonias

Ses Bledes constituyen un pequeño y pintoresco archipiélago, situado a 6 millas y media al SO de Sant Antoni y a escasa distancia de las islas de S'Espartar y Sa Conillera.

Este espacio natural de gran belleza ofrece multitud de puntos de buceo en los que se puede disfrutar de fondos sensacionales. No obstante, os proponemos una inmersión en la Bleda menor, en el punto conocido como Las Gorgonias.

Poco después de atravesar un pequeño canal que lo separa de un islote, nos sumergimos en la cara SO de la Bleda menor donde el fondeo alcanza unos -10 metros. Rápidamente ganamos profundidad y comprobamos enseguida la importante caída que presenta este fondo.

Dejando la pared a nuestra derecha, rumbo NO, a poco más de -30 metros de profundidad, contemplamos los primeros ejemplares del espectacular jardín de gorgonias de intensos tonos rojos que, dada la profundidad, sólo podemos percibir bien con una buena fuente de luz. La pared entera está cubierta de esta delicada colonia animal que parecen frondosas ramas de algún colorido arbusto.

Para los buceadores es una delicia disfrutar de este paisaje sublime, donde resulta fácil encontrar alguna morena entre las gorgonias e incluso algún pez de San Pedro, pero debemos estar muy atentos al aire de la botella y a la eventual entrada en descompresión, dada la elevada profundidad a la que llegan a estar las gorgonias.

De acuerdo con la planificación que llevemos de la inmersión, al iniciar el regreso a la superficie es conveniente invertir el rumbo, dejar la pared a nuestra izquierda y reducir progresivamente la profundidad hasta llegar a la embarcación o, si se prefiere, rebasarla para hacer una cómoda y tranquila parada de seguridad en las radiantes aguas del pequeño canal.

Ruta la Catedral de Portinatx

Punta des Moscater, en el extremo más septentrional de la isla de Ibiza, está coronada por un faro a franjas blancas y negras que nos sirve de referencia para encontrar, a unos 300 metros de distancia, un escalón rocoso que desde unos -25 metros cae hasta casi el doble.

La pericia del barquero, que debe ser buen conocedor de la zona, nos permite fondear junto a un gran agujero en el suelo a -28 metros. El descenso ha de ser forzosamente por el ancla debido a la posible presencia de corrientes y, enseguida, encontramos un fondo cubierto de posidonia que se asoma hasta el mismo agujero desde el que nos lanzamos en vertiginosa caída libre hasta un lecho arenoso a -40 metros.

La entrada tiene, aproximadamente, 8 metros de anchura y 3 de largura y, como si fuera un pozo, nos introduce en la espectacular Catedral de Portinatx, cripta rocosa de impresionante diseño natural.

Después de sobreponernos a este paisaje, salimos al exterior rumbo N para encontrar un pasillo arenoso y, a ambos lados, unas paredes horadadas y cubiertas de colonias de anémona y madrépora amarillas (o coral amarillo), estrellas de mil colores y huecos en los que habitan enormes langostas, corvinas y sobre todo el rarísimo coral rojo Corallium rubrum que muestra sus blancos pólipos en un fondo de -48 metros.

Más adelante, nos encontramos con una gran roca, ya sobre los -50 metros, pero no la reconocemos sino que, dada la considerable profundidad a la que nos encontramos, ascendemos por la ladera del escalón rocoso para, sin perder tiempo, dirigirnos al cabo del ancla donde nos espera una obligada parada de descompresión.