Molino de Victoria (Noja, Cantabria)

Molino de Victoria

La rápida extensión de los cultivos de maiz en este territorio durante el siglo XVII favoreció la construcción de numerosos molinos harineros.

Las referencias documentales sobre los origenes del Molino de Victoria vienen propieciados por un pleito iniciado por María Fernández de Isla, propietaria del Molino de Garvixos, oponiéndose a su construcción que se había iniciado en 1629.

Una vez finalizadas las obras en 1634 fue propiedad del Concejo de Noja, que era quien realizaba las subastas para su arriendo.

El Molino se volvió a citar en 1735 cuando se elaboró el Catastro del Marqués de la Ensenada. En el se describía con cinco ruedas en el sitio del canal de Helgueras que sale al propio mar y en ese momento sin arrendar por estar deteriorado a causa de los batientes del mar.

En 1845 fue vendido por el Ayuntamiento a Domingo Sarabia, vecino de Laredo, por la cantidad de 8.750 reales y finalmente fue abandonado en 1930. En 1987 el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural y restaurado en 1998.

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