Cementerio de San Rafael (Córdoba)

Cementerio de San Rafael

Por motivos de insuficiencia en temas de salud, en 1833 comenzaron las obras para costrucción de este cementerio en los terrenos de las hazas conocidos como la Gitana y la Pineda. Costeado con los fondos de tesoreria provenientes del arbitrio establecido para los realistas y una importante donación realizada por el Cabildo eclesiastico, sus obras concluyeron en 1835, bendiciéndola el obispo don Juan José Bonel y Orbe, inhumándose el primer cadáver el 16 de junio de ese mismo año.

En 1849 se construyó la capilla y la ermita de San Sebastián, la casa y varias oficinas. La peculiaridad de éstas consturcciones reside en la utilización para ellas de materiales de edificaciones anteriores como las puertas de entrada e iglesia y las columnas estriadas que se ven en los arcos, traidas del convento de San Pablo; El altar del convento de la Encarnación Agustina; el cuadro con un Crucifijo, obra de José de Sarabia, traido de los claustros de San Francisco; Y las tres de las esculturas, doce cuadros y la campana, provenientes de la Iglesia de San Sebastián. Las bovedillas tienen delante una galería formada con arcos que se empezaron a construir en 1861, y en ellas se ven lápidas que recuerdan a personas fallecidas. Antiguamente en esos arcos estaban escritas, con grandes caracteres, algunas de las inmortales coplas de Jorge Manrique.

Algunos de los más ilustres personajes que conforman las tumbas de San Rafael son: 

• Julio Romero de Torres: Dibujante
• Mauel Calero Cantero "Calerito": Torero
• Francis William Topham: Pintor y dibujante
• Eduardo Lucena y Vallejo: Músico
• Enrique Redel: Poeta
• Don Rafael de Soto y Camacho: Presbitero, beneficiado de la parroquia de San Pedro, a quien el Vulgo tenia por Santo y atribuia el don de hacer milagros
• Rafael Romero Barros: Arqueologo y paisajista
• Juan Jose Aguado: Abogado, parroco y escritor

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