Iglesia Conventual del Carmen

La Iglesia Conventual del Carmen fue fundada por una comunidad de frailes carmelitas a principios del siglo XVIII, siendo el edificio religioso más antiguo de San Fernando hoy en pie. La fundación del convento y demás dependencias fue promovida por Juan de la Cruz, recibiendo permiso del obispado (que eligió esta propiedad por estar ubicada casi en medio de la isla) y de los Duques de Arcos, con la condición de que llevasen por titulares a San Joaquín y santa Teresa de Jesús. Construida entre 1712 y 1733, es un templo que presenta mezcla de estilos Barroco y Neoclásico;

Neoclásica es su fachada, ordenada en tres calles y con un solo cuerpo -que alberga dos pisos- rematado por un frontón triangular; así como la espadaña de dos cuerpos.
Neoclásica es la decoración de pilastras adosadas, la simetría y la proporción.
Barroca es la portada con su frontón partido1, los guardapolvos sobre las ventanas...

El interior presenta una planta de cruz latina y tres naves, cubiertas con bóveda de cañón la central y de crucería las laterales. La central está dividida en cinco tramos por medio de pilares con pilastras adosadas de orden toscano; tramos reforzados por arcos fajones. Los dos últimos tramos los ocupa el coro. Crucero con bóveda semiesférica sobre pechinas, a el se abren tribunas. Se trata de una iglesia típicamente gaditana en cuanto a los revestimientos de las paredes: ricos mármoles genoveses repartidos entre el púlpito, las pilas de agua bendita o los altares: los de las naves laterales son, la mayoría, de estilo Barroco en madera dorada o Neoclásico pero imitando mármol; de mármol es el retablo de la transverberación (en el brazo derecho del transepto) y el segundo retablo -empezando por los pies- de la nave de la derecha. La portada, los mudejarismos en las tallas de las barandas del púlpito) y la profusa hojarasca en las pechinas y anillos de la cúpula, son también típicos de las iglesias gaditanas.

El retablo mayor no es de gran calidad pero si de gran empaque. Es del siglo XVIII y autor desconocido y está realizado por madera de Cedro traída de Honduras, dorado unos 30 años más tarde. Este retablo tiene relación con el retablo mayor de la Iglesia de San Francisco de Cádiz. Está dividido en tres calles utilizando estípites (columnas en forma de pirámides invertidas), con dos pisos en las laterales y tres en la central.

Como elementos más significativos, dentro de la escultura religiosa, podemos destacar la Virgen del Carmen Coronada, de finales del s. XVIII y procedencia genovesa, aunque de autor desconocido. Representa la maternidad con el Niño en el brazo izdo. Y escapulario en la mano derecha como símbolo de protección. Es de vestir completo (hábito marrón y capa blanca (y pelo natural) lleva cetro y corona de reina, medalla de Alcaldesa Perpetua de la ciudad y fajín de capitana General. Es la verdadera Patrona de San Fernando a la que rezan y sacan los isleños.

Por otra parte, grandes señores e insignes marinos adquirieron sus capillas en la Iglesia: Fco. Bernal García (secretario del cabildo de Cádiz) o don Manuel de Barrios; siendo enterrado en una de ellas Juan José Navarro, Marqués de la Victoria, propulsor del traslado del Departamento Marítimo de Cádiz a San Fernando.

Cuadros e imágenes:

Varios cuadros sobre la vida de Santa Teresa, constituyendo una de las colecciones más completas que se conocen.
La Virgen del altar mayor es del S.XVIII, policromada y estofada. Hubo una primitiva Virgen del Carmen fechada en 1860 (hoy convertida en Dolorosa) y la que hoy posesiona fue donada por Luis de Ardila en 1708.
San José (ojos orientales y niño en brazos al que no mira. Brazo izdo. del transcepto) realizado en Génova por Pietro Galdeano. Quizás una de las piezas más interesantes de la Iglesia fechado a mediados del siglo XVIII.
Transverberación o transfixión=acción de herir pasando de parte a parte: la Santa es atravesada con una flecha por un ángel. (Brazo dcho. del transepto). De Felipe Buonfiglio. Nápoles 1757.
Crucificado de origen italiano y apodado "de la salud", por creer erróneamente que procedía de la capilla con el mismo nombre.

Durante la invasión francesa se reunieron en esta iglesia las Cortes Generales para celebrar sus sesiones, desde el 14 de octubre de 1813 al 15 de enero de 1814.

Una segunda epidemia de fiebre amarilla los trajo de nuevo a la Isla, pero no pudieron volver al Teatro porque no habían pagado al dueño. Las sesiones se celebrarían por la noche para no interrumpir los cultos.

En la sesión del 27 de noviembre de 1813 se le concedió a la villa el título de ciudad con la denominación de San Fernando.