Recorrido por la Ciudad Jubilar de Utrera

UN POCO DE HISTORIA

Los primeros datos escritos sobre la zona de Utrera los encontramos en la época de la civilización romana, sin embargo, a partir de la Edad Media la ciudad aparece recogida de manera rigurosa, con motivo de la repoblación cristiana del siglo XIII. Durante los siglos posteriores, Utrera se revela como un lugar estratégico en la frontera contra los musulmanes. A principios del siglo XIX, la Guerra de la Independencia arrasa la villa y le deja en una pésima situación, aunque el pueblo se recuperará hacia la mitad del siglo.

Utrera se viste de gala y nos da la bienvenida en uno de los días más especiales del año, el 8 de septiembre fiesta de la patrona Nuestra Señora de la Consolación. Con motivo de esta celebración se celebra una famosa feria taurina, ya que esta es tierra de toros bravos.

CURIOSIDADES A TENER EN CUENTA

Nuestra Señora de Consolación llego a Utrera en el año 1507, portando en una mano a un niño, y en la otra una carabela. Aparentemente es un hecho insólito ver una Virgen con una carabela en la mano, sin embargo, damos por sentado que la historia se repite: desde el descubrimiento, hasta la más profunda fe cristiana, que empezaba a imperar por aquellas fechas en la mayoría de los países europeos y ya se insinuaba tímidamente en tierras del nuevo mundo.

Cuentan que una mañana del año 1972, el sacerdote se quedó atónito al observar a la Virgen desposeída del niño y de la carabela. El robo conmocionó tanto a todos y en particular a los antiguos romeros que un día hicieron posible la emotiva historia de Consolación. La Virgen hace milagros, y los presentes que jalonan las paredes son muestra inequívoca de ello. Por ésta misma razón, a los pocos meses, el sacerdote no sale de su asombro cuando ve que el ladrón había devuelto las dos reliquias de inestimable valor histórico con una nota que decía casi textualmente: “… Espero que esta Virgen que hace milagros pueda perdonarme a mí también, por el mal que hice…”

Esta Virgen canonizada en Mayo de 1964 y aparentemente poco conocida en la actualidad, fue la que más peregrinos congregaba en su santuario o en su ruta hace cuatro o cinco siglos.

RECORRIDO

Dejamos la iglesia y su magnifico retablo y paseamos por una ancha avenida no transitada por vehículos. El Santuario está rodeado por tres parques y el cuarto para cerrar simbólicamente el recinto, ha sido aprobado por la autoridad competente y será una realidad en un futuro próximo.

En el Conjunto Histórico, visitamos el Hospital de la Santa Caridad, el convento de las Carmelita, el convento de las Hermanas de la Cruz (una estatua en honor a Sor Ángela de la Cruz, nos dice que parte de su obra fue en Utrera).

Por último no podemos dejar de ver las Iglesias de Santa María de la Mesa de estilo barróca y la de Santiago, de estilo gótico y situada en las inmediaciones del Castillo de Utrera. Cuentan que entre sus feligreses siempre ha habido cierta rivalidad por pertenecer a una u otra parroquia.

Pero esta entrañable localidad nos ofrece mucho más en forma de toros, caballos, conciertos, deporte, libros, cicloturismo, senderismo, exposiciones, música en las calles, flamenco y fuegos artificiales son una parte de lo que prepara la blanca, plácida y señorial ciudad de Utrera. A estos festejos hemos de añadir la fiesta de San Juan, el 24 de junio, en la que se queman figuras que representan cosas o personajes populares y la romería de Nuestra Señora de Fátima, el 18 de mayo.