Ruta por la Barcelona Masónica

“Los mejores secretos están escondidos a la vista de todo el mundo”, afirma Robert Langdom, el personaje creado por el novelista Dan Brown, protagonista de su novela El símbolo perdido, un trepidante mosaico de emociones hilvanadas con símbolos arcanos de la masonería en Washington.

¿Puede aplicarse esa afirmación en clave masónica a Barcelona? Según David Revelles, periodista y creador de esta ruta, la respuesta es un sí rotundo. De este modo, el recorrido a pie (2h 30 min. aprox.) por la Ciudad Condal se convierte en una aproximación histórica y cultural a la francmasonería desde sus orígenes medievales hasta nuestros días. Y es que descifrar la Barcelona de escuadra y compás supone toparse a cada paso (desde el Barrio Gótico hasta el barrio del Born) con las huellas que la sociedad secreta más famosa del mundo ha dejado en la fisonomía urbana de la capital.

El viajero curioso descubrirá los enigmáticos secretos masónicos que atesora Barcelona, un nutrido y apenas conocido mosaico de símbolos desparramados por la ciudad. Sí, secretos. ¿O acaso no está trufada de estos el Parque de la Ciutadella? ¿o la Catedral de Barcelona? ¿o la Sagrada Familia de Gaudí?

Pero eso no es todo. Si se desea, la ruta urbana puede complementarse con varios alicientes de muchos quilates... Como la visita al templo masónico de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE) de la mano de un maestro masón como cicerone de excepción. Todo un privilegio para los profanos teniendo en cuenta que se trata de la obediencia masónica con más tradición en Barcelona, sede, hasta la Guerra Civil, de la histórica logia Lealtad en la que fueran iniciados personajes insignes como el presidente de la Generalitat Lluís Companys.

Otra coordenada a visitar para complementar la ruta urbana es la Biblioteca Pública Arús, el legado póstumo de Rossend Arús (1845-1891), periodista, filántropo e impulsor de la masonería en Cataluña a finales del XIX. Con más de 70.000 volúmenes dedicados a la masonería y a los movimientos sociales, las salas de la biblioteca están preñadas de objetos vinculados a la fraternidad y su historia.

Finalmente, la ruta no sólo es una oportunidad única de descubrir la impronta de la Orden en la Ciudad Condal, sino, de paso, de disfrutar de una de las coordenadas gastronómicas más celebérrimas de la ciudad gracias a sus más de 175 años de historia. Porque, ¿no es un lujo desencriptar los símbolos masónicos del edificio conocido como los Porxos d’En Xifré antes de saborear, entre referencias a la fraternidad, un ágape en el Restaurant 7 Portes? Esto y mucho más es lo que brinda esta ruta masónica por la Ciudad Condal, una aproximación única a uno de los rostros más fascinantes y desconocidos de Barcelona.

(Fotografías de Oscar Elías)