Amurrio
Amurrio consigue muy tardíamente -el año 1919- el título de Villa y no muchos años antes, en 1842, había logrado constituir ayuntamiento propio, separándose del Ayuntamiento de Ayala. Datos que pregonan que Amurrio, hasta estas fechas, era un reducido núcleo de vecinos en tomo a la colina donde hoy se asientan la ermita de San Antón y el barrio de Landako.
Sin embargo, hacía ya muchos años que el hombre había hollado estos pagos a decir de los restos encontrados en Retes de Tudela y en Okondo, que datan de la Edad del Bronce, así como de los poblamientos habidos en las cimas del Babio y el Peregaña, que pueden fecharse en la Edad del Hierro.
Los romanos situaban la tierra de Ayala (Amurrio en ella) entre las tribus de los Caristios y la de los Autrigones, siendo los Várdulos quienes ocupaban las tierras de Guipúzcoa y parte de Álava y los Vascones la totalidad de Navarra. Vestigios romanos quedan en Aloria, Delika y Artomaña y en el mismo suelo de Amurrio.
Más tarde, entre los siglos XI y XII aparece esta tierra sometida al Reino de Navarra (Ugarte aparece en el año 1040 bajo el poder de García V, el de Nájera) y los primeros señores serán, en su origen, jefes militares de la corona navarra.
No sabemos bien qué puede significar Amurrio, pero con este nombre formará parte de las tierras del Señor de Ayala - ¿Pastos/sierra de la piedra? - , cuyo Fuero gozará desde el año 1373, dictando leyes y arbitrando negocios en el Campo de Zaraobe, hasta el año 1842.
En la formación de Amurrio contribuyó no poco su estratégica situación, a la vera del río Nervión y en el cruce de caminos que, desde el interior, tanto por el puerto de Altube como por el de Orduña, comunicaban las tierras de Castilla, ricas en lana, con los importantes puertos del Cantábrico; todavía hoy en Amurrio se conoce como "El crucero" al encuentro entre ambos caminos.
El año 1463 el pueblo de Amurrio se incorpora a las Hermandades de Álava, conservando sus usos y costumbres y como hidalgos que eran - como hijos de la Tierra de Ayala, mayorazgo que había sido fundado en 1373 por Pedro López de Ayala - libres de servir a los ejércitos reales, a no ser que fueran contratados, prerrogativas que cesaron el año 1875, con la pérdida de los Fueros.
El siglo XVI parece traer cierta prosperidad entre los vecinos, pues permite agrandar el templo y darle las actuales proporciones. De esta época, concretamente del año 1570, datan unas Ordenanzas de Montes que regulaban el aprovechamiento de los montes de los cinco Concejos que se reunían en el Campo de Armuru, denotando la importancia que ya entonces tenía el bosque.
El año 1793 contaba Amurrio con 194 vecinos. Daba comienzo una época de desasosiego y preocupaciones, pues los habitantes de estos valles tuvieron que soportar el saqueo y la arrogancia de las tropas francesas; huella de todo ello es el caserío "Bonaparte", junto al lugar que entonces ocupaba la casa-torre de Mendijur y la reunión que aquí tuvo D. Pedro Girón el año 1813, para preparar la batalla de Vitoria.
Sin sobreponerse de los efectos negativos de la guerra contra los franceses, Amurrio fue escenario principal de las Guerras Carlistas, contando en más de una ocasión con la presencia de don Carlos (el año 1835 estableció su cuartel general en Amurrio) por quien el pueblo tomó partido. En estas fechas el pueblo tuvo que soportar continuos atropellos de las tropas isabelinas, que encarcelan a los regidores del pueblo e incluso al cura párroco. Eran tiempos en los que el novelistas como Galdós se hacía eco en su novela "Vergara" del rico chacolí de Amurrio y cuando la Diputación alavesa tuvo que trasladar sus reales a Amurrio como "Diputación en guerra".
Con la era industrial, pequeños talleres de orfebrería y licores, así como industria ferroviaria y de valvulería, apuntalan la débil economía del caserío, dándose un vuelco total con el asentamiento de industrias del acero, cuyas buenas perspectivas atrajeron a gentes de otras tierras que aportaron a Amurrio un rico abanico humano. En 1917 Gabriel María de Ibarra fundaba un reformatorio que, dirigido por terciarios capuchinos, lanzaría a la calle estudios psicológicos que traspasaron fronteras; años más tarde se levantaba el Salón de la Catequesis y doña Fe Tercilla abría un hospital.
Pero, al igual que la vida agrícola se había ido arrinconando, así sucedió por estos años con la lengua, el euskera. Las guerras contra los franceses y las guerras Carlistas, así como la mayor movilidad social, trajeron poco a poco la pérdida del idioma. Cierto es que la toponimia y la tradición oral nos hablan de la impronta del euskera en estas tierras, sin embargo hace años, en 1775, el predicador que acudió a las fiestas de Nuestra Señora de Etxaurren, ya se lamentaba diciendo que "hoy día ya no se usa el euskera". De unos años a esta parte, felizmente, ha despertado la conciencia del pueblo y se nota una ligera recuperación y avance del euskera, sobre todo entre los niños y niñas.
(Fuente: Ayuntamiento de Amurrio)
Latitud: 43.050012 | Longitud: -3.00146
Oficina de Turismo
Dirección postal: C/ Alday 3 bajo, en el Edificio la Casona 01470 Amurrio (Araba)
Teléfono: (+34) 945 393 704
Fax: (+34) 945 891 645
Correo electrónico: turismo@amurrio.org
Web: www.amurrioturismo.org
Es un producto de BERDEAGO, Asociación Europea para la Sostenibilidad
Plaza Celestino María del Arenal, Nº 3º - 4º Trasera 48015 Bilbao - Bizkaia
Teléfono [+34] 944 967 717