Rutas de Asturias Paraíso Natural. Ruta de Rubén Darío. Bajo Nalón

Se trata de un paseo que une pueblos donde vivían las personas que configuraban el universo del poeta; miradores que le descubrían paisajes de literatura y edificios que marcaban el estilo de vida de su época.

El viaje puede iniciarse en San Esteban de Pravia, localidad situada a las orillas del río Nalón, cuya fonda-restaurante, El Brillante, albergó al poeta en 1905. Allí solía frecuentar al profesor Rafael Altamira, importante historiador y jurista del Grupo Oviedo. Éste residía en un chalé, anterior propiedad del Marqués de Muro y cerca del muelle de La Ribera por el antiguo camino.

El periodista y empresario Edmundo Díaz del Riego, también era uno de sus amigos, dueño del Brillante y fundador de la revista La Ilustración Asturiana.  Compañero de Darío en sus subidas al mirador llamado “Espiritu Santo”, privilegiada panorámica del Cantábrico, situado entre la isla La Deva y la costa de Cudillero.

De San Esteban puedes acercarte a La Arena, utilizando el embarque de la Ría del Nalón. En su playa los Quebrantos, cuentan que el poeta se daba baños nocturnos completamente desnudo. También fue el lugar donde vivió intensamente su relación Paca Sánchez, bebía, tocaba el piano, escribía para el periódico argentino La Nación y en resumidas cuentas disfrutaba de la vida.

Del lugar de veraneo, puedes adentrarte por la margen derecha de la Ría, en Monterrey, donde Rubén Darío vivió invitado en la casa del indiano, Feliciano Menéndez, antiguo amigo de su época en la Habana. Allí puedes ver el escritorio que usaba el ilustre escritor latinoamericano.

Cerca en la otra margen, está Pravia, población donde residía el doctor del poeta, José Argüelles, que visitaba asiduamente por su delicado estado de salud. Es una villa llena de casas solariegas, como la Colegiata y el edificio de la Azucarera de la época de los ya famosos indianos de principios del siglo XX que con la repatriación de sus bienes dejaron en estas poblaciones joyas arquitectónicas.

Después puedes subir de Pravia hasta Monteagudo, ahora mirador, donde cuenta la “leyenda” que Rubén Darío llegaba un poco ebrio y se dedicaba a brindar poemas escatológicos a la desembocadura de la Ría del Nalón.

Y por último entre Monteagudo y Pravia, en el antiguo corte del rey astún Silo, se encuentra Santianes. Y al norte de Monteagudo, te puedes acercar a Somado, otra población “indiana”, inspiradora del movimiento modernista que Rubén Darío reflejó en su obra literaria.

RECORRIDO:

En la Autovía de Cantabria, A-8, se toma la salida a Muros de Nalón y dirigiéndote por la carretera de Ribadesella hasta San Esteban de Pravia.

Para llegar a La Arena se puede hacer vía el embarcadero.

De La Arena hasta Monterrey por la carretera regional AS-16. Por la misma vía puedes acercarte a Pravia.

Tomando la AS-224 llegas hasta Santianes. Y posteriormente a Somado.

RECOMENDACIONES:

Se trata de una visita por las huellas que un poeta como Rubén Darío dejó por estas tierras asturianas, por eso sería interesante que te acercases antes a la obra que generó durante esta época. Así entenderás mejor y te ayudará a ver estos lugares con los ojos del artista.

De igual modo y como siempre, pregunta a la gente que en estos casos son la mejor fuente de información.

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