La Ruta oculta de los Cañones del Ebro

Los amantes de la bicicleta de montaña van a encontrar en el enrevesado laberinto de senderos y caminos naturales que conforman el curso alto del río Ebro una escapada de aventura única.

Entre sus localidades más emblemáticas y destacables encontramos en estos parajes los pueblos de Pesquera o Valdelateja. Sin embargo, un poco más al norte, hallamos otros fascinantes enclaves rurales como son Tudanca o Cidad, que gozan de mayor anonimato pero aguardan unas de las maravillas más preciadas para la práctica del 'mountain bike' y el senderismo.

La ruta de sentido circular, comienza y termina en el mismo punto, la localidad de Villarcayo, atravesando uno de los puertos de montaña más conocidos para los amantes de la bicicleta que eligen Burgos como destino, donde podrás disfrutar del paisaje de montaña y molinos de viento, visitar pueblos con monumentos románicos y llegar hasta el mismo cauce del río en un descenso asombroso que se disfruta con los sentidos despiertos al placer del deporte y su espectacular paisaje.

Para aquellos que no se encuentren muy en forma, pueden acortar camino alcanzando en coche la cima de La Mazorra. Ascendiendo por el puerto de unos 8 kilómetros de longitud, 420 metros de desnivel positivo y rampas de hasta el 13%.

El inicio del recorrido nos lleva por la carretera CL-629, desde Villarcayo, hasta el pueblo de Incinillas. A ritmo tranquilo y continuando por largas rectas de carretera sin demasiado tráfico, vamos avanzando por el terreno cogiendo ritmo para hacer frente al camino.

En Incinillas tomamos el desvío a la izquierda, para encontramos el Ebro, que discurre a lo largo de un impresionante desfiladero que desemboca en Valdenoceda. Esta pequeña localidad fue la protagonista de uno de los episodios históricos más terribles de la historia de España. Puesto que en la Guerra Civil, la vieja fábrica de sedas se convirtió en un campo de concentración para presos republicanos, por donde pasaron más de 3.000 condenados entre 1938 y 1945.

Dejando atrás Valdenoceda comienza el puerto de La Mazorra. Ascendemos tranquilos por una carretera ancha, donde seguir nuestro camino con seguridad.  Esta es la única manera de ascender  y deleitarse con las bellas vistas de la comarca de Las Merindades.

En una de las últimas recurvas nos encontraremos con una pista forestal que nos lleva hasta los molinos  eólicos que dibujan el paisaje de esta zona de Burgos. El camino entre bosques de pinos nos conduce a una gran subestación eléctrica, que nos sirve de referencia para luego girar a la izquierda. Poco a poco ascendemos atravesando los prados para comenzar un brusco y rápido descenso  que no conduce hasta la localidad de Ahedo de Butrón. Esta pintoresca localidad te llamará la atención por la belleza de sus casas entre la que sobresale la casona ubicada frente a una fuente donde podremos refrescarnos.

Además del atractivo de su paisaje, esta aldea posee una de las iglesias románica más apreciadas. En el tímpano de su portada podremos apreciar una escena de la adoración de los Reyes Magos, antes de poner rumbo hacia la parte baja de Ahedo de Butrón. Continuamos por la senda hasta alcanzar un descenso de infarto.

Se recomienda precaución a la hora de descender por el camino de baches que rodean las encinas. Más aún cuando el camino se estrecha y se complica con un par de curvas de 180 grados, sobre un pedregoso suelo.

Cogemos aire y divisamos Tudanca, esta localidad bañada por el río y sus remansos, se convierte en verano en todo un oasis de bañistas. Continuamos por el curso del río hasta que la belleza del paisaje nos obligue a echarnos la bicicleta al hombro para subir por Los Tornos.

Este espectacular serpenteo que nos conduce por el bosque es breve pero intenso, además de conformar uno de los parajes más bellos de la ruta.

Ya no queda nada para llegar a Cidad de Ebro, donde atravesaremos sus puentes para regresar camino Incinillas y Villarcayo por carretera. En esta zona se recomienda pasar la noche para acercarse por la mañana a la zona más famosa de los desfiladeros del Ebro y que a su vez nos lleva a Pesquera y Valdelateja.

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