Ruta de las Anchoas de Santoña (Cantabria)

La RUTA DE LAS ANCHOAS DE SANTOÑA te invita a recorrer las villas marineras de Cantabria, su tradición, historia y sus pintorescos puertos desde Castro Urdiales hasta Santander. En esta ruta se dan cita faros, marismas y algunas de las playas de arena fina más bonitas como La Salvé y Berria. Una ruta imprescindible por Cantabria que nos muestra como el mar Cantábrico ha moldeado sus costas, ha forjado el carácter de sus habitantes y ha enriquecido su cultura.

Comenzamos la Ruta en Castro Urdiales, pueblo en la frontera con Bizkaia con tradición en la industria conservera. En esta localidad destacamos La iglesia de Santa María, uno de los mejores ejemplos del gótico en Cantabria, situada en un enclave único junto al mar. El castillo-faro y Miliario Romano en el Cerro de Santa María y que junto a la Iglesia, formaban el entramado defensivo cerrado por la muralla de la villa.

Salimos de Castro Urdiales, conduciendo por la carretera que discurre sobre una plataforma natural marina de impresionantes vistas sobre el mar Cantábrico. Desde la carretera observaremos los arenales de la playa de Islares y, antes de llegar a Liendo, encontraremos un mirador con unas panorámicas extraordinarias del valle. 5 km después, continuamos por la carretera hasta nuestra siguiente parada: Laredo.

En Laredo disfrutaremos como los miles de veraneantes que se acercan cada año a disfrutar de la playa de La Salvé, la más extensa de toda Cantabria con 4 km. de arena blanca. Además aprovecharemos para visitar su casco histórico o “Puebla Vieja”, formada por seis calles/rúas que provienen de la fundación de Alfonso VIII, todas situadas al pie de la Iglesia de Santa María de la Asunción.

Antes de llegar a Santoña, se recomienda hacer una parada en el estuario de la desembocadura del río Asón. De este modo, conoceremos la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel uno de los humedales de mayor diversidad biológica de España con más de 20.000 aves de 120 especies diferentes.

En Santoña visitaremos su puerto, la lonja de pescado, las amplias naves conserveras y el paseo marítimo desde donde divisaremos la playa y podremos ver a los pescadores, que desde primera hora de la mañana echan sus cañas al mar. Al final del paseo vemos Los tres principales fuertes de Santoña: Fuerte de Napoleón, San Martín y el fuerte de San Carlos que defendían la localidad y su bahía y que ha sido declaradas Bien de Interés Cultura.

Más tarde nos relajaremos en la playa de Berria, un amplio y salvaje arenal al que se asoma el penal del Dueso. Una vez que abandonamos Santoña nos adentramos en la parte más rural de la región. Además podremos visitar Las marismas de Isla, que penetran un par de kilómetros tierra adentro.

En la cercana localidad de Arnuero, visitaremos el molino de mareas de Santa Olalla y conoceremos cómo aprovechaban los antiguos habitantes del valle la fuerza del mar para las tareas agrícolas.

Continuando hacia el oeste nos detenemos en la población de San Miguel de Meruelo, donde se encuentra el Museo de la Campana lugar en el que se fundió la campana de la catedral de Toledo. Volvemos a la carretera principal desde la que veremos a la iglesia de Santa María de Bareyo, uno de los mejores ejemplos del románico de la zona y parada obligada para los peregrinos que marchan a Santiago de Compostela por los caminos del norte.

El siguiente desvío que tomaremos en nuestra ruta será para llegar al cabo de Ajo, el punto más septentrional de Cantabria, con sus espectaculares vistas de la costa desde el faro. Continuamos el camino hasta Ribamontán al Mar, desde donde accedemos a las mejores playas de la zona. Así la playa de Langre a la que llegamos a través de la carretera que parte desde Galizano. Desde este punto recorreremos un inolvidable paseo por los acantilados de Langre.

Si completamos el camino trazado llegaremos a la próxima parada del itinerario, Loredo. Este pueblo a los pies del cantábrico es el lugar ideal para degustar el mejor pescado y marisco del Cantábrico. Además a sus afueras podremos visitar el santuario de Nuestra Señora de Latas, de estilo barroco y rural. Frente a la playa de Los Tranquilos de Loredo tenemos la isla de Santa Marina, la mayor de Cantabria, un lugar idóneo para la práctica de deportes acuáticos y ornitología de aves marinas.

De vuelta a la carretera, y en sólo unos kilómetros, alcanzamos Somo, un enclave turístico y lugar de culto para los surfistas que nos ofrece unas bonitas vistas al palacio de la Magdalena o la playa del Puntal, situada en mitad de la bahía de Santander y a la que se accede unicamente por barco.

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