Leganés
La villa surge en 1280 bajo el reinado de Alfonso X el Sabio, cuando vecinos de las aldeas de Butarque, La Mora, Overa y Polvoranca marcharon a otra zona cercana para vivir. Aunque no hay constancia oficial de las razones del traslado, se apunta a una huida de las epidemias que asolaban la zona donde estaban ubicados los anteriores emplazamientos. Los habitantes se asentaron cerca de un légamo, y la nueva zona pasó a llamarse Legamar. Con el paso del tiempo la denominación del lugar pasó a ser la actual de Leganés. En el año 1345 se incorporará como aldea al alfoz de Madrid, de la cual dependía en lo administrativo.
Durante el siglo XVI se produce la construcción de la ermita de La Mora en 1528, siendo la primera de Leganés. Más tarde llegarían la ermita de Butarque en 1536, y la ermita de San Cristóbal en 1579. El hecho más reseñable durante aquella época se produce con la llegada de Juan de Austria, hijo de Carlos V, a la localidad con tres años de edad. Su padre quería que Jeromín se criase en España, y decidió mandarlo a Leganés donde su esposa Ana de Medina tenía tierras. Juan de Austria permaneció allí desde 1550 hasta 1554, cuando fue enviado al castillo de Villagarcía de Campos.
En 1626 Leganés pasó de aldea a mayorazgo. Un año después (1627) pasó a ser una villa, al firmar Felipe IV el 15 de marzo de1627 un Real Decreto que independizó la villa leganense de "lugar de Madrid". Pasó a "villa de señorío" de Diego Messía Felipe de Guzmán, primer marqués de Leganés y vizconde de Butarque. La villa pasó a contar con ayuntamiento y regidores propios. Como dueño y señor de esas tierras, el marqués era el único con potestad para nombrar alcaldes, regidores, impartir justicia y designar la administración municipal. Esa situación se mantuvo hasta 1820, cuando fueron abolidos los privilegios feudales.
Cabe destacar también la presencia de Juan Muñoz, hidalgo de una influyente familia de la comarca y noble local. Éste dejó en su testamento la creación de un hospital para pobres de Leganés y Villaverde. En la actualidad, la calle principal de la ciudad (donde residía) y un centro social llevan su nombre. En el siglo XVII se iniciarían la construcción de la Iglesia de San Salvador, inaugurada en 1700 y que actualmente continua funcionando. En 1775 Carlos III encarga al arquitecto Francisco Sabatini la construcción del Cuartel de las Reales Guardias Walonas, concluyendo las mismas en 1783. En la actualidad, ese cuartel fue remodelado y forma parte de las instalaciones de la Universidad Carlos III de Madrid.
Leganés muestra una modernización a partir de 1820, cuando las medidas liberalizadoras de tierras provocan que se desamorticen las aguas del arroyo de Butarque y la villa. El pueblo muestra un crecimiento demográfico en detrimento de la población cercana de Polvoranca, que terminaría desapareciendo a comienzos de la década de 1840. Su primera aparición como villa agregada a Leganés data de 1849. El mayor elemento dinamizador de la villa fue la construcción, en 1851, del Hospital Psiquiátrico de Santa Isabel, en la antigua casa ducal de la familia noble de los Medinaceli. Dicho centro está considerado como el primer manicomio existente en España.
A final de siglo se estableció la construcción del tranvía entre Leganés y Madrid (1876), y se dinamizaron las comunicaciones con la creación de la estación de ferrocarril para la línea entre Madrid y Cáceres por la compañía Madrid-Cáceres-Portugal, siendo inaugurada en 1880. También se inicia el adoquinamiento de las calles, se canalizan las aguas negras, y en 1898 la ciudad pasa a tener alumbrado eléctrico.
En la primera mitad del siglo XX la economía de Leganés estaba basada en la agricultura. Durante la Segunda República española la vida política local estuvo protagonizada por el alcalde Pedro González y el auge del movimiento obrero con la actividad de las sociedades obreras afines a UGT que lideran la Revolución de 1934. Asimismo en 1931 se funda el Partido Socialista Obrero Español de la localidad. Durante la Guerra Civil española el pueblo se mantuvo leal al gobierno republicano, pero fue tomado por tropas del bando franquista, al mando del general Barrón, el 4 de noviembre de 1936.
La situación de la localidad dio un importante cambio a partir de la década de 1950, al instalarse las primeras industrias. En 1960 la ciudad creció, debido a que muchos españoles que acudían a trabajar a Madrid se marcharon a vivir a las localidades de la periferia debido a la carestía de los pisos en la capital. Leganés se nutrió de inmigrantes de interior procedentes en su mayoría de Extremadura,Castilla-La Mancha o Andalucía. Ello propició la construcción de nuevos barrios destinados para los trabajadores, siendo el primero San Nicasio en 1961. El alcalde de la ciudad realizó el primer Plan General de Ordenación Urbana en 1966, por el que surgieron nuevos barrios. Esa misma década también comenzaron a desarrollarse los primeros polígonos industriales. La economía de Leganés cambió, pasando de ser un pueblo agrícola a una ciudad dormitorio de personas que, en su mayoría, trabajaban en Madrid capital.
Con la llegada de la democracia, Leganés pasa a intentar mejorar sus servicios para evitar la dependencia de Madrid al respecto. Se procedió a la mejora de los transportes, apertura de centros de enseñanza, sanitarios y deportivos. Además se lanzó un nuevo Plan de Ordenación Urbana que trató de corregir los defectos del realizado en 1966. Éste contemplaba la construcción de nuevos barrios (Quinto Centenario, Valdepelayos y Vereda de Estudiantes). Durante la década de 1980 destacó el establecimiento de la Universidad Carlos III, la inauguración del Hospital Severo Ochoa en 1987, la remodelación del Parque Polvoranca, y un centro comercial (Parquesur) que en el momento de su apertura fue la primera gran superficie comercial en la Comunidad de Madrid. También estuvo prevista la construcción de una Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid, si bien ésta no se llevó finalmente a cabo.
En la década de 1990 se produjo la construcción del barrio Leganés Norte, la inauguración de la plaza de toros La Cubierta en 1996, y la apertura del Estadio Municipal de Butarque en 1998.
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