Cuenca
Se ha afirmado que por las tierras de Cuenca pasaron los concanos, ferocísimo pueblo que se mantenía de la sangre de los caballos mezclada con leche; también es posible que habitaran aquí los lobetanos, fusionándose con los celtíberos citeriores formando un pueblo mixto. Además de las legiones del Imperio Romano que dejaron huella construyendo un pequeño puente sobre el río Moscas y una fuentecilla.
Con la llegada de las tropas aganeras, se consolida Cuenca como un centro urbano, llegando incluso sus alfombras y el arte de la eboraria, a tener fama en Al Andalus; también los trabajos en marfil realizados por los artesanos conquenses eran conocidos en la corte de Toledo. Los musulmanes construyeron una fortaleza, en lo alto de la atalaya para controlar los accesos a la Serranía. Con el tiempo, la población aumentó y se ampliaron las murallas, llegando a tener un millar de habitantes. En lo que hoy es la Plaza de Mangana estaba el Alcázar, la zona de comerciantes y artesanos se centraba en la actual Plaza Mayor y la Mezquita estaba en la actual Catedral. En la época omeya, Cuenca desarrollaría una gran actividad agrícola y una industria textíl que hicieron de ella uno de los centros de importancia del califato. A partir de 1091, y con la muerte del gobernador de Córdoba, Al Mamum, se llevarían a cabo una serie de conquistas y guerras entre almorávides y cristianos, con Alfonso VI como monarca. Los catillos de Uclés, Huete y Cuenca serán invadidos, derrotando así a las tropas cristianas mandadas por su hijo Sancho, tomando posteriormente diversas plazas, ente ellas, la de Cuenca. En este siglo Cuenca cambiaría varias veces de dependencia y sufriría el asedio de otro pueblo como los almohades.
Alfonso VIII sitió la ciudad durante nueve meses hasta que el 21 de Septiembre de 1177, festividad de San Mateo, entró en Cuenca. Tras la conquista, Cuenca aumentó su población, constituyéndose un concejo y una sede episcopal; con Juan Yañez elegido primer Obispo de Cuenca en 1182. El concejo se rigió por el Fuero de Cuenca, considerado por los juristas como uno de los más perfectos.
Una vez conquistada la ciudad, los musulmanes quedaron relegados al barrio de Mangana, donde conservaron una mezquita; los judíos, ocuparon la calle de Zapaterías. El resto, en torno a la Plaza Mayor fue ocupado por los cristianos en un entramado de callejuelas donde se alternaban casas, talleres de artesanos y tiendas de mercaderes. La muralla que rodeaba Cuenca disponía de seis puertas y tres portillos. Sobre la muralla se construyeron varias iglesias como la de San Miguel y San Juan en la parte del Júcar, y las de San Martín, Santo Domingo, Santa Cruz y San Gil en la del Huécar. También en el centro se construyeron iglesias como las de el Salvador y San Andrés.
Durante los siglos XIV y XV tuvieron lugar las contiendas entre bandos nobiliarios (destacando las familias de Lope Vazquez de Acuña y la de Diego Hurtado de Mendoza) y se empezó a configurar la parte baja de la ciudad. Aparecieron dos nuevos barrios: el barrio de San Antón y el de Tiradores.
En 1411 Cuenca se convirtió en una ciudad industrial con una notable expansión económica, atribuida a la producción textil y ganadera. El comercio de paños y la producción de alfombras trajo consigo una extensa industria de transformación de lanas con alvaderos, tintorerías y tejedurías. Por esta épcoca la ciudad fue visitada por Felipe II, Felipe III y también por su hijo Felipe IV hasta el hundimiento de la pañería conquense en el siglo XVII, como consecuencia de la subida del precio de la lana.
Durante la Guerra de Sucesión la ciudad apoyó a la causa de Felipe V, quién recompensó a sus ciudadanos añadiéndose el título de Fidelísima y Heroica. En 1763 se crearía la Compañía de General de Comercio, que poco después iría a la bancarrota y desaparecería. El Obispo Palafox intentó volver a relanzar la industria lanera con la industria de paños y alfombras. Sin embargo, Carlos IV mediante decreto, suprimía los talleres de Cuenca para evitar la competencia con la Real Fábrica de Tapices.
En el siglo XIX queda consituida la ciudad actual, siendo la calle Alfonso VIII su principal vía que comunica con la Plaza Mayor y la hoz del Huécar como la frontera entre las dos zonas de Cuenca. En estos dos siglos Cuenca sufrirá numerosos percances como la Guerra de la Independencia, las guerras carlistas y por útlimo, la Guerra Civil.
La parte baja de la ciudad constituye el centro económico y social con la calle Carretería como arteria principal, mientras que la parte alta alberga la Universidad de Castilla-La Mancha, Universidad Menéndez Pelayo, Archivo Histórico, Parador de Turismo, Ayuntamiento y de reciente creación, el Museo de la Ciencias.
Latitud: 40.109588 | Longitud: -2.142334
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